Para
celebrar el quinto cumpleaños de este blog, he efectuado el producto cartesiano
de cinco personajes de cuento con ellos mismos; resultando (cinco por cinco)
veinticinco historias que no encontraréis en ningún otro lado.
5 x 5
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Caperucita
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Príncipe
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Enano
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Madrastra
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Lobo
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Caperucita
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Caperucita /
Caperucita
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Príncipe /
Caperucita
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Enano / Caperucita
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Madrastra /
Caperucita
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Lobo / Caperucita
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Príncipe
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Caperucita /
Príncipe
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Príncipe / Príncipe
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Enano / Príncipe
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Madrastra /
Príncipe
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Lobo / Príncipe
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Enano
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Caperucita / Enano
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Príncipe / Enano
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Enano / Enano
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Madrastra / Enano
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Lobo / Enano
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Madrastra
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Caperucita /
Madrastra
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Príncipe /
Madrastra
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Enano / Madrastra
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Madrastra /
Madrastra
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Lobo / Madrastra
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Lobo
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Caperucita / Lobo
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Príncipe / Lobo
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Enano / Lobo
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Madrastra / Lobo
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Lobo / Lobo
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Caperucita / Caperucita
Se
miró en el espejo. La caperucita era preciosa, pero ¿a quién se le había
ocurrido comprarla roja? ¡Parecería un tomate!
Príncipe / Caperucita
Tenían
una cita en el bosque. Esta vez, al merendar sobre la capa roja, intentarían no
hacer migas que luego les estorbasen.
Enano / Caperucita
El
hombrecillo, en cuanto la vio, supo que ella era su princesa.
Madrastra / Caperucita
¿Es
ésta la Blancanieves
que busco en el bosque? Me dijeron que vivía con siete enanos, no que ella lo
era.
Lobo / Caperucita
El
lobo llegó tarde, pero tuvo suerte: la pequeña se le había adelantado y le
esperaba en la cama, en picardías.
Caperucita / Príncipe
Ella
no dejó que él la besase; no era encantador, no estaba dormida y debía tener
cuidado con los pederastas.
Príncipe / Príncipe
Mirándose
en el espejo, volvió a pensar: ¿por qué tenía que ir a buscar una princesa
siendo él tan guapo?
Enano / Príncipe
Al
salir de la atracción de los espejos el enano se sentía como un príncipe,
grande, fuerte, impresionante, alto.
Madrastra / Príncipe
Había
quedado en su habitación con el príncipe encantador, pero antes tenía que
librarse del espejo que todo lo largaba.
Lobo / Príncipe
El
lobo seguía al príncipe, seguro de que así lograría comer algo; y encontraron
una princesa dormida, por desgracia muy vigilada.
Caperucita / Enano
La
pequeña lo capturó y lo metió en la cesta. En cuanto llegase a la casa de la
abuelita, prepararía un caldo de carne.
Príncipe / Enano
Al
príncipe le gustaba cazar y, si recordaba bien, nunca se había cobrado una
pieza tan pesada y charlatana.
Enano / Enano
Uno
no sonaba bien. Dos y tres, no lo mejoraban en nada. Estaba claro, el título
sólo era pegadizo si eran siete, sin rebajas.
Madrastra / Enano
La
madrastra, cosa rara, no se encaprichó del enano. Tenía un pelota dentro del
espejo y le bastaba.
Lobo / Enano
No
era gran cosa si se lo comía, pero comérsele y hacer que se callase… eso sí que
era interesante.
Caperucita / Madrastra
La
niña vio en la mujer de la capa aquello en lo que se convertiría, y le entraron
los siete males.
Príncipe / Madrastra
¿Habré
llegado tarde a mi cita con la princesa? ¿Habré llegado tan tarde?
Enano / Madrastra
No
era una princesa pero tampoco la necesitaba. Lo que él quería era la manzana
que, bien administraba, era la comida de semanas.
Madrastra / Madrastra
Descubrió
demasiado tarde que el espejo nunca le dijo la verdad y que ni siquiera
funcionaba.
Lobo / Madrastra
Tras
comerse el contenido de la cesta, una abuela y una niña, aceptó de buen grado
lo que traía aquella mujer mal encarada.
Caperucita / Lobo
La
pequeña lo sintió por él, daba pena un depredador como aquel, tan travestido y
tan loco por una capa que le dejaría el culo al aire.
Príncipe / Lobo
El
caballero envidiaba al animal, él había repartido besos a diestro y siniestro
pero nunca había logrado meterse en la cama de nadie.
Enano / Lobo
Lo
contrató como guardaespaldas. Harto de todo y de todos, iba a ganarse el respeto
como que se llamaba Enano.
Madrastra / Lobo
No
era demasiado apuesto pero, comparándolo con el espejo, era de carne y hueso y tenía
tres dimensiones. Ahí es nada.
Lobo / Lobo
Se
comió a la abuela y se puso su camisón lleno de puntillas y de encajes, justo el
disfraz de huevo frito que buscaba.
Ja, ja. Qué bueno y ocurrente! Felicidades por este quinto aniversario. Tu constancia y trayectoria.
ResponderEliminarBesos, Luisa
Mi constancia y TU trayectoria. Gracias y.... Aquí seguiremos un ratito mas
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEnhorabuena por la vigencia del blog y por esta entrada tan ingeniosa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué buena visita. Que suerte tengo!
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarUn gran ejercicio, muy divertido. Enhorabuena por los cinco años.
ResponderEliminarNo si es ejercicio o que... Pero esto si que son unas "gracias" muy grandes. Gracias
EliminarQue bien que aún mantengas el blog. Fb no es igual, a mi no me sirve .Interesante entrada.
ResponderEliminarFelicidades y besos.
Son cosas distintas. Yo prefiero el blog sin duda pero.... Veremos donde y como acabo.
EliminarFelicidades, Luisa:
ResponderEliminar¡Qué forma más original y cretiva para celebrarlo! Me encanta.
Cinco tirones de orejas, reguapa.
Gracias a ti. Algo me dice que creativa también tú lo eres un rato largo.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
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