Desde que me arrestaron como cómplice de asesinato
hasta hoy, he repetido sin cesar que sólo soy un lector; pero ahora, encerrado
en esta celda de paredes de papel y barrotes de tinta, hago repaso y descubro
como el autor de la novela que estaba leyendo me ha atrapado.
He dejado mis huellas en cada página, puede incluso
que encuentren ADN ya que suelo chuparme el dedo justo antes de pasarlas.
Sonreí cuando el detective privado fotografiaba al amante y sospecho que quizás
entonces también a mí me disparó con la cámara. Admito que me paseé por el
lugar del crimen sin poner demasiado cuidado. Recuerdo haber expresado mi
opinión sobre la profesionalidad del asesino y lo acertado que era que ese
personaje, el asesinado, desapareciese de la trama, creo que hasta podrían
haberme grabado. En mi cuenta bancaria ha habido….
De repente me siento observado.
Levanto la cabeza. Reconozco la mirada del autor, son
los ojos que me miraban desde la contraportada. Su mano atraviesa el espacio,
empieza a dibujar alrededor de mi cuello una “o” y acaba asfixiándome.
Manejas los hilos con maestría, a mí ya me tienes atrapada, espero que no estés planeando asesinarme, jeje. Genial, Luisa.
ResponderEliminarGracias a los dos.
ResponderEliminarMe gusta mucho ese osito, tan guapo como los comentarios. Y no, no pienso asesinar a nadie, ¿cómo voy a hacerlo si tengo dos lectores mal contados?
No, en serio, gracias.
Pues ya son tres los lectores.
ResponderEliminarLuisa, que miedito da tu texto. Inquietante, con mucho suspense. Hábil, esa trama entre realidad y ficción.
Saludos
En cambio cuando yo te leo a tí, Mei, de miedo nada: gustazo.
ResponderEliminarQué original eres Luísa, me ha gustado mucho!!
ResponderEliminarBesicos muchos.
Acabo de caer en "La trampa" y voluntariamente.
ResponderEliminarMuy original, Luisa. Un saludo
Si es voluntariamente, podrás deshacer el nudo.
ResponderEliminarY besicos muchos!!!
Una trama inquietante, que transmite angustia... Muy bien elaborada.
ResponderEliminarSaludos
Me gusta este juego de realidad-ficción.
ResponderEliminarRealidad-ficción, buen nombre, ¿no es eso lo que hacemos?
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