Madre siempre dijo que dejé de llorar cuando vi la
primera hoguera.
Este año prefiero que no diga nada, que esté quieta.
Un pestañeo es sí y dos, no.
Aunque quizás me esté equivocando ya que, cuanto más
parpadea, más gente quiere indultar al ninot en el que se encuentra.
(microrrelato
publicado en Cincuenta
palabras)
Tengo que darte otro ¡Bravo!
ResponderEliminarBrutal!!!
ResponderEliminarFelicidades!!!
¡Mare meua amb la xiqueta! Molt bó.
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