3 de octubre de 2016

Persistente

Le dije que desapareciera de mi vida y se fue, obediente y mudo. Sin embargo, desde entonces, me le encuentro en todas partes: en la calle, en casa, en la cama, en mis labios, en mis pensamientos; me tropiezo con su ausencia sin parar.
Por eso le llamo insistentemente, para decirle que se vaya y que me deje en paz; pero él, tan idiota como siempre, no lee entre líneas que aún le quiero y repite que no entiende, que él ya se fue, que él no está.

8 comentarios:

  1. Es lo que tiene no saber leer entre lineas, se quedan con lo que ven en los labios.
    Besos.

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  2. A veces el corazón no sabe leer entre líneas, le hablen claro o no, y ese es un problema.
    Gracias, chicos, por las visitas, por los comentarios.

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  3. Me temo que muchos pertenecientes al género masculino tienen o tenemos ese problema de no saber leer bien entre líneas.
    Un abrazo, Luisa

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  4. Me gusta esa sucesión de frases atropelladas, de sentimientos encontrados, contradictorios y angustiados; esa ansiedad que se respira entre cada línea y ese no saber reconocer lo que se siente. Y la estupefacción de él, también, claro. Fantástico.

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  5. Puede que ella no las escribiera bien, las líneas

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