No me abandonó
aquel día, hace cuatro años, en que sacó todas sus cosas de casa y salió dando
un portazo, no se abandona así a las personas que nos son indiferentes. Estaba
enfadado y se iba, pero aquel golpe y el respingo que yo di eran aún dulces
palabras de amor.
Me abandona hoy, lo pierdo hoy, el día en que se va de la
ciudad sin dirigirme la palabra.
Muy cierto. El abandono real es la indiferencia
ResponderEliminarBesos, Luisa
Te abandonó el día que dejo de interesarte.
ResponderEliminarBesos.
Ahora ya entiendo aquello de "el mejor desprecio es el no aprecio" y es cierto, en algunas actitudes teatrales late un fondo que no se quiere reconocer. Un abrazo, Luisa
ResponderEliminar¡Qué buen micro! Me ha encantado.
ResponderEliminarFelices fiestas Luisa.