Cree que disimula muy bien y no nos
enteramos de nada, que no hemos descubierto que es él el que hace los ruiditos
con la boca, como si latiese, al tiempo que nos mira con esa cara idiota con la
que parece pedirnos perdón por el inevitable alboroto que en él hace la vida.
Murió hace meses pero sigue empeñado
en ocultárnoslo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario