Besar a la serpiente
De nuestro viaje de novios a la
India, de aquellos jóvenes que ponían su vida en peligro para besar a una
cobra, me he acordado hoy, justo después de que me hubieses escupido tu
desprecio y hastío, prometiendo quitarme el dinero y olvidarme. Sí, me he
acordado de aquellos muchachos y por eso he decido luchar amansándome, a
sabiendas de que solo necesito un poco de tiempo más para confirmar el
embarazo, que tanto deseas, para acabar culebreando, morderte e inocularte la
cantidad de veneno justa negándote que seas el padre.
(microrrelato
escrito para la segunda ronda de La Copa, un concurso de Esta noche te cuento; el título era fijo y no debía de
aparecer la sílaba “re”)
Madre mía, cuanto veneno
ResponderEliminarRadical y excelente, Lusa. Me ha encantado.
ResponderEliminarBesicos muchos.