Me acerco, ya llega hasta mí el olor
del salitre, antes aún de que mis pasos se adentren en la arena. Me siento
junto al mar como todas las tardes desde hace años, como el primer día; y
siento crecer en el pecho mi dolor, ya infinito, mientras lloro por la vida que
fue, que quizás pudo haber sido, que sé que nunca alcanzaré en estas tierras.
Algunos
lo llaman morriña, pero para mí esa palabra es muy pequeña.
Sí, es muy pequeña esa palabra, genia!!
ResponderEliminarBesicos muchos.