13 de abril de 2022

Amarga espera

Le había pedido que no le vea pero me había vuelto a desobedecer: anoche MI HIJA OLÍA A PAN, a queso y uvas. Ya una vez empuñé la hoz para salvarla, cuando niña, nunca le dije qué nos empujaba a salir de aquel pueblo a toda prisa; y ahora, que camino inseguro apoyado en un bastón, que solo me quedan las palabras para defenderla: no me escucha. Impotente no me atrevo a decirle que en la taberna ya se han empezado a cruzar apuestas sobre cuándo caerá en las manos del señorito o el tiempo que este tardará en cansarse de ella.
Si le cuento lo que he oído, las chanzas y risas, las razones por las que he dejado de ir a la cantina, me arriesgo a perderla; y después, cuando se sienta rota y sola, ¿quién la consolará, estará a su lado y le dará fuerzas?
 
(microrrelato escrito celebrar el décimo cumpleaños de Esta noche te cuento y que responde a la propuesta que se encontrará en este enlace)

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