No fue fácil asumir que jamás sería arquero. Pasado un tiempo aceptó que tendría que buscar un modo diferente de ganarse la vida y fue así como acabó convirtiéndose en unos de los mejores cazadores de la zona. Si bien, de las innumerables presas que se cobró, solo una le proporcionó paz y satisfacción: ese capitán miope que nunca admitiría que donde él veía dos había tres estrellas; el secreto de un asesinato que quedó enterrado junto a los huesos del mejor cazador en LAS DUNAS DE SU TUMBA.
(microrrelato escrito celebrar el
décimo cumpleaños de Esta noche te
cuento
y que responde a la propuesta que se encontrará en este enlace)
Mer ha encantado, Luisa!!
ResponderEliminarBesicos muchos.