Dice que solo soy un instrumento, que no me torture.
Le oigo leer en voz alta la definición de esa palabra en el diccionario:
aquello que sirve de medio para conseguir un fin; y al oírlo comprendo con
facilidad dónde está el problema: su fin no es el mío y mi fin, el que yo acabe
literalmente conmigo, no impedirá de ningún modo que él siga persiguiendo, de
la forma que sea, el suyo.
28 de febrero de 2024
21 de febrero de 2024
El paredón
Murieron millones contra aquel inexplicable muro de plástico; no obstante, los más afortunados, los que llegaron primero y fueron aplastados, pudieron disfrutar en su inútil agonía de la visión del grandioso y solitario óvulo, la ansiada meta a la que ninguno podría llegar.
14 de febrero de 2024
Año nuevo, vida nueva
“Has engordado, cuñado” dijo uno; “Pero no me estoy
quedando calvo” contestó el otro. Antes de que los platos semivacíos de los
aperitivos fuesen retirados de la mesa, ya se había instalado un incómodo
silencio que después, con el besugo, volvió a llenarse de insultos y gritos;
mucho más de lo que ella estaba dispuesta a soportar. Por eso, haciendo como
que quería ir al baño, cogiendo entre los dedos una esquina del mantel,
apoyándose en el andador, dio unos pasos decididos hacia el centro del comedor.
El caos fue absoluto, y la paz; ahora han sustituido
los gritos por murmullos, como si ella no pudiera oírles, como si ella no
quisiera irse a la residencia, como si no lo hubiese dicho ya.
7 de febrero de 2024
El hijo celestial
Y se apagó la luz, uniéndose a las
tinieblas. Después, las nubes y los océanos fundieron sus aguas; para, con
ellas, anegar las tierras y ahogar flores, frutas, plantas y árboles. Más
tarde, en un instante, desaparecieron el Sol muerto, la Luna y las estrellas ya
apagadas; lo que facilitó que todos los seres vivos, se arrastrasen, nadasen,
anduviesen o volasen, fueran exterminados. Se hizo el silencio y el hijo pudo
al fin descansar, dejando sus juguetes debidamente ordenados, justo como quería
su madre.