Algunos miran al cielo con la boca abierta,
maravillados.
Ojalá que esas naves fuesen como esas pompas de jabón,
y pudieran estallar con sólo tocarlas, y dentro de ellas no hubiese nada más
que aire.
(¿sabes
que estamos escribiendo una novela entre todos?, ¿quieres participar?; descubre
cómo)
Pero no es así, y de ellas salen unos seres asustados, con ojos rasgados y mirada torva, intentan esconderse por todos los rincones, con gran rapidez se apropian de plazas y jardines. Arrasan los museos y decapitan los palmeras, para hacer con ellas escobas y barrer toda la turba que encuentran en el parlamento.
ResponderEliminarSaludos.
Ilusiones...
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