5 de marzo de 2018

Miradas que matan

Antes de que vuelva papá, justo cuando su silueta se asoma al horizonte y se agranda con cada nuevo paso, recogemos los juguetes, las pinturillas y las sonrisas; hacemos el silencio y nos vestimos de gris, muy serios, en señal de respeto por su tristeza. Lamentablemente mi hermano asegura que ha empezado a mirarnos raro, con la misma mezcla de sospecha y miedo que tanto nos molestó en madre. Una pena.

4 comentarios:

  1. Uyyyy Luísa, qué triste tu relato este lunes. Pero que bien escrito!!
    Besicos muchos.

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  2. Gracias, guapa, por la visita, por las palabras que no sé si merezco; pero gracias, gracias

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  3. Deja una triste desazón, muy logrado.

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  4. Creo que esa desazón era lo que quería que quedase tras el punto final. Misión cumplida!!!! Gracias por comentarlo

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