Lo sé,
soy un nostálgico. Echo de menos el sonido de los pájaros, los rayos de sol
sobre la piel, los colores y aromas en que estábamos inmersos. Añoro el olor de
la comida extendiéndose por la casa y su sabor inundándome la boca. Creo haber
olvidado ya lo que se sentía al reír o llorar. Está todo tan controlado en la
única nave que huyó de la Tierra, estamos tan sobreprotegidos, es nuestro viaje
por el universo tan largo y triste, que solo me siento vivo jugando con tu
miedo.