Un ilusionista de nuestro pueblo, de esos que hacen juegos de manos con las cartas, arrojó la idea.
Esperábamos detener el efecto invernadero.
Los más exaltados afirmaban que el rendimiento de la tierra se centuplicaría.
Según la opinión de los curas, ese pobre mago de feria como ellos lo llaman, no tuvo responsabilidad alguna en la catástrofe que está matándonos. Dicen que fue el diablo quien habló, valiéndose de él, para que aconteciera el juicio final escrito en nuestro destino desde el principio de los tiempos.
Lo cierto es que hecha la propuesta, nadie vio un solo puño que se alzara en contra.
—Una ráfaga de metralla —dijo.
Y, con entusiasmo, fusilamos al sol.
Microrrelato escrito por Patricia Nasello (http://patricianasello547.blogspot.com/)
Ilustración hecha por Juanlu/Luiyi (http://www.dididibujos.blogspot.com/)