Plantó un jardín de piedra, lleno de sonrisas, blanco sobre arena negra. Lo vio llenarse de flores bellas y duras y, para protegerlo del poder de las olas, elevó un pequeño muro de cantos rodados.
Nada ni nadie
podría destruir su jardín. Ni siquiera el mar se acercaría. Y desde él, canto a
canto, piedra a piedra, volvería a plantar el planeta.
¿Un trabajo
duro? No lo creyó nunca la jardinera.
(Si tienes un microrrelato con temática ecologista,
no dudes en enviármelo. Si, por el contrario, prefieres ilustrar, ponte en
contacto conmigo, esta sección la estamos construyendo entre todos y estás
invitado. ¡Muchas gracias!)
Luisa, una jardinera emprendedora y optimista (me recuerda mucho a la autora del micro:-)
ResponderEliminarUn beso muy grande.
A.M.A.
Plantar piedras es plantar??? Tengo mis dudas pero... detrás de ese muro, se pueden guardar tantas cosas!!!
ResponderEliminarGracias, Petra, Amparo, A.M.A.
Gracias
Me gusta! El optimismo y la gran posibilidad de creaciones que se pueden construir tras esos cantos. Y me gusta de igual manera la ilustración, porque mantiene ese secreto.
ResponderEliminarBeso a ambas dos! Por crear!
Lo importante es creer, y las sonrisas, eso que no falten las sonrisas. Saludos muy reflexivos van para las dos!
ResponderEliminarMe encanta lo de las sonrisas, porque efectivamente en esa ilustración de Petra, entre las juntas que unen una piedra con otra pueden...¡verse las sonrisas! ¡yo veo millones!.
ResponderEliminarPreciosa plantación para un lunes algo más "claro" que los cuatro días anteriores.
Felicidades Luisa y Amparo, sendos besos para las dos.
Buena mezcla tu texto y su dibujo, Luisa. Y qué curioso, el micro con el que participo este mes en La Micro, se titula igual. Pero no va de los mismo. Bueno, o casi que sí.
ResponderEliminarDos abrazos. Siempre son tres, y ahora me sobra uno que traía de más. Bueno, pues os lo repartís entre las dos.
Una jardinera incrédula, pero ilusionada por cambiar la faz de las cosas que la rodean. Buena aportación, Luisa...¿Es tuyo,no?
ResponderEliminarY Doña Petra lo ha sabido amontonar canto a canto a las mil maravillas.
Felicidades a las dos.
...Y besicos
Este micro es un canto a la esperanza, Luisa. Rebosa el optimismo que da la seguridad de estar en el bando correcto.
ResponderEliminarMi enhorabuena a ti y a Petra.
Un abrazo,
Hola Luisa, siento no poder visitarte tanto como me gustaría. HOy estoy haciendo como que es lunes, faltaría más. Me gusta mucho texto e imagen y como siempre tu magnífica sección. Un besazo.
ResponderEliminarOjalá tidos nos pusiéramos a la obra. El relato es muy bonito, así como la ilustración.
ResponderEliminarBesicos muchos.
A mi me encantan los jardines Zen, así que...
ResponderEliminarCon esa actitud tan positiva y protegida por ese muro tan bien levantado, seguro que conseguirá llenar de flores el planeta entero.
ResponderEliminarUn abrazo a las dos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Uy, perdón! Este comentario era para Amparo, estaba ya en su blog, no sé qué pasó que volví a éste. Es lo que tienen los ordenadores, que siempre hacen lo que les mandas que hagan en lugar de lo que quieres que hagan .
EliminarMe surgió la misma frase que a Pedro: un canto a la esperanza. ¡Claro que se pueden plantar piedras, si uno cree que florecerán! Y más, si el jardín se rodea con un muro de Amor. Saludos, debería venir más seguido.
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