Ninguno de los niños que había en el arcón era Tomás. Por un momento me alegré, pues había escapado; pero muy pronto algunas preguntas empezaron a rebotar entre mis sienes, ¿por qué nunca me habló de sus intenciones, por qué no me había llevado consigo? Ahora estaba completamente solo y por eso, llorando de rabia, recoloqué como pude los cuerpos, me metí en el arcón congelador y dejé que la puerta se cerrase, al menos así sería dueño de elegir el momento de mi muerte.
30 de abril de 2020
Sin salida
Ninguno de los niños que había en el arcón era Tomás. Por un momento me alegré, pues había escapado; pero muy pronto algunas preguntas empezaron a rebotar entre mis sienes, ¿por qué nunca me habló de sus intenciones, por qué no me había llevado consigo? Ahora estaba completamente solo y por eso, llorando de rabia, recoloqué como pude los cuerpos, me metí en el arcón congelador y dejé que la puerta se cerrase, al menos así sería dueño de elegir el momento de mi muerte.
27 de abril de 2020
Nunca es tarde, parece
Las
palabras salían de sus labios sílaba a sílaba mientras su dedo recorría el
papel. Mi tata Petra me había pedido que la enseñase a leer cartas de amor;
aunque lo que más extraño es que haya empezado a hablar de Juan, el viudo del
pueblo, como si no hubiesen sido vecinos treinta años y afirme, tan cabezota y
pesada como siempre, que es él su primer amor, que tiene una falta y será una
niña que criaré yo, que a ella le gustaría pero no podrá porque (“no te
olvides”) en su último cumpleaños fueron más de ochenta velas las que sopló.
26 de abril de 2020
25 de abril de 2020
23 de abril de 2020
Los juegos del hambre
No
dieron importancia al hecho de que empezara a sobrar comida en mis platos,
tampoco parecieron darse cuenta de que me pasaba el tiempo removiéndola,
trasladándola de un lado a otro, jugando; en cuanto a mis desapariciones en el
cuarto de baño, entendieron que eran cosa de la edad y de las hormonas.
Hoy, intubada y en el
hospital, oigo al psiquiatra decirme que esto no es un juego, que puedo perder
la partida y la vida, que es grave, mientras pienso cómo podré seguir
engañándoles al tiempo que lucho por alcanzar el verdadero objetivo: mirarme en
el espejo y verme delgada.
20 de abril de 2020
Para Elena
En las paredes de la casa
han estado rebotando durante meses los ecos de las discusiones que tuvimos.
Ahora, en cambio, han empezado a preguntarme por ti, quieren saber por qué ya
no estamos juntos; y yo no sé qué decirles. Quizás la respuesta esté en el
sobre que la policía encontró junto a tu cuerpo, cuando decidiste abandonarme,
ese que a día de hoy sigo mirando con miedo y guardo en mi mesilla
perfectamente cerrado.
19 de abril de 2020
18 de abril de 2020
16 de abril de 2020
Recuerda
El hormiguero bulle. Las obreras corren por los oscuros túneles y yo, una más, apenas logro un pestañeo cuando unas palabras cruzan mi mente: recuerda, eres persona, nunca no dejes de serlo.
13 de abril de 2020
Una vida azul
Pose donde se pose la mirada, mi memoria me trae un recuerdo sin retraso. Allí, junto a aquella tapia, yo remendaba redes la primera vez que nos miramos. Días después, entre unas barcas como aquellas, nos escondimos. Cuando llegó el invierno, yo ya esperaba en el puerto el regreso de los barcos; y la noche en que el mar te reclamó, solo me mantuvo a flote tu hijo nadando en mis entrañas.
Hoy me despido en silencio del mozo que tiene tus ojos, voy a subir a ese bote y dejaré que la marea me lleve a tu lado.
12 de abril de 2020
11 de abril de 2020
9 de abril de 2020
La mosca
En cuanto mamá dejó el plato en la
mesa, la vi haciéndose la muerta en mitad de la sopa. Al cabo de un rato ya
estaba en uno de los bordes del plato donde, ante mi asombro y tras agitar las
alas y las antenas, iniciaba lo que parecían unos estiramientos. Fue entonces
cuando mamá me tocó la frente, dijo “dios mío, estás ardiendo” y me cogió en
brazos para llevarme a la cama, mientras yo seguía mirando hacia la mesa,
atónito, donde empezaba una serie de saltos de trampolín desde mi cuchara.
Esa fue la última vez que la vi,
cuando tuve tanta fiebre y me levanté más alto.
6 de abril de 2020
El déspota
Repasó la pequeña lista. Ya
había terminado con la cultura, la justicia y la paz; y ahora empezaba a sentir
verdadera curiosidad por ver cómo reaccionarían cuando comenzase a quitarles el
pasado y el futuro.
5 de abril de 2020
4 de abril de 2020
2 de abril de 2020
Doce del patíbulo
El primero por homosexual. El segundo por haber
confesado un crimen, bajo tortura. El tercero por ser un activista político. El
cuarto por estar implicado en un atraco con muertos, que él no cometió como los
testigos afirman. El quinto por periodista. El sexto por unas pruebas, falsas
pero pruebas. El séptimo, el que sonríe, por tener un trastorno mental que le
impide comprender. El octavo, porque alguien encontró unas huellas, lo de menos
es que no fuesen suyas. El noveno, por no tener defensor. El décimo, aunque
esté arrepentido y sea un menor. El undécimo para ser eliminado de la carrera
política, por la que ascendía demasiado deprisa. Y el último, porque hay doce
sogas, aun cuando los padres de su víctima hayan suplicado su perdón y no
puedan sostener otro muerto sobre sus cabezas.
Doce hoy, y mañana otros doce, como
cada día.