Nunca me escribiste y esa
es la más pequeña de las razones por las que no me atrevo a abrir tu carta de
suicidio.
30 de noviembre de 2020
28 de noviembre de 2020
26 de noviembre de 2020
El quinto elemento
Él fue el último en llegar y, en cuanto quiso abrir la boca, los cuatro integrantes de la pandilla le informaron de que no tenía ni voz ni voto, que el plan estaba trazado y solo tenía que seguirlo, sin fisuras. Él, visto lo visto, obediente y mudo, se limitó a asentir como querían.
Después
el día del atraco nada fue como debía o, quizás lo justo sea decir, que nada
fue como ellos esperaban pero sin embargo sí como él quería.
23 de noviembre de 2020
El declaración de Noé
Mi
profundo conocimiento de la educación y la belleza se vio sacudido, desde el
instante en que nos conocimos, por tu estridente forma de vestir y tu modo de
comportarte en aquella fiesta. Sabía que el embarque era heterogéneo, que lo
que primaba era la variedad y que todos los seres vivos estuviesen
representados; pero que fueses tú quien estaba a mi lado no dejaba de parecer
una broma.
Días
después, rodeados de bestias y solos, flotando en aquel azul que nos rodeaba a
bordo de un inmenso e insignificante barco, la comunicación había empezado a
limar asperezas, yo comenzaba a valorar tu personalidad por encima de tus
formas y tú parecías lograr mirarme a los ojos tras atravesar capas y capas de
absurdos modales.
Y
hoy, viéndote dormir junto a mí, rodeados de una pareja de todas las especies
que un día fueron algo en la Tierra, vigilo tu respiración y el movimiento que
los sueños imprimen a tus labios, suplico para que seas tú quien tenga el
empuje y la fuerza para traspasar la última barrera. Escucha, somos el último
hombre y la última mujer pero lo más importante es que, por encima de todo, tú
me gustas y quiero que estés a mi lado.
22 de noviembre de 2020
21 de noviembre de 2020
19 de noviembre de 2020
El último acto
Al entrar en la habitación los presentes se hicieron a un lado y me abrieron un camino hacia la cama, donde su cuerpo estaba cubierto con cendal blanco. Ya no habría una despedida entre nosotros, tampoco un reproche o una palabra, llegaba tarde. Me pareció sentir que mi indiferencia sembraba la alarma entre los que me rodeaban y me vi obligado a retroceder al recuerdo feliz de nuestros primeros años juntos, logrando así que una nube de lágrimas me velase la mirada, justo como esperaban.
16 de noviembre de 2020
La metamorfosis
La curiosidad no está
reñida con la introspección, tampoco con el deseo o el engaño. Fue un niño
silencioso de ojos grandes que, una eternidad de días después, experimentando
la vida y observándose, ha mutado en un adulto huraño al que no le importa
nadie.
15 de noviembre de 2020
14 de noviembre de 2020
12 de noviembre de 2020
La decisión de Sophie
Me hace entrar en mi nuevo hogar, así lo llama, hogar; se le llena la boca con la palabra. Sin embargo no se atreve a desatarme, no hasta que cierra la puerta con llave a sus espaldas; para justo después enseñarme lo que son, dice con una sonrisa, mis dominios o, lo que yo veo, una celda sin ventanas.
Cuando
se va, intentando no dejarme llevar por el llanto, registro el pequeño espacio
hasta encontrar un número de pequeñas cosas que quizás puedan ser cortantes: un
guijarro, un tornillo, el borde de un vaso…; y me fuerzo a sonreír e, imitando
a mi carcelero, digo en voz alta: mis dominios.
9 de noviembre de 2020
Fregenite
Con paso lento y
cachava en ristre el Mario se dirigió hacia la Plaza Mayor, dejando la casa
abierta. Al llegar comprobó que su compadre se había adelantado, como hacía
siempre, y había elegido ya el banco en que se sentarían. El Braulio, sintiendo
que su vecino se acercaba, hizo un gesto
a modo de saludo y siguió pendiente de la calma del pueblo. Al rato se decidió
a abrir la boca:
-Las verbenas son lo
mejor.
Porque El Braulio
elegía el banco y el tema, así era y sería. Y oída la frase, el Mario pensó que
su vecino le estaba diciendo entre líneas que quería hablar de la María, la que
fue su mujer y conoció en unas fiestas.
Después solo había que
dejarse llevar por los recuerdos, repasados mil veces, mientras el tiempo
trascurría.
Hacia al final de la
mañana, como cierre, uno de los dos aportaba un dato práctico:
-Mañana, viernes, viene
el de la fruta.
Y el otro asentía.
De este modo, juntos y solos,
los dos últimos habitantes del pueblo se consolaban pensando que así lograban
llenarlo todos los días con un poco de vida.
8 de noviembre de 2020
7 de noviembre de 2020
5 de noviembre de 2020
Nunca digas nunca jamás
Hago todo lo que puedo para que nada te llame la atención porque, estando como estás, sé que acabará de algún modo en violencia. Trituro tus palabras con los dientes, impido que me penetren, permanezco impasible, sorda. Y, de todo el daño que me harás, lo que más odio es este absurdo empeño tuyo en pronunciar las mismas palabras siempre, que sé que dices para sentirte persona, mientras yo ya veo en esa mano que levantas, una vez más, la promesa incumplida.
2 de noviembre de 2020
Cándida
Mi destino era Ibiza y mi
maleta una galletas y una guitarra, solo eso. Iba detrás de tu susurro en mi
oído y del lunar que tenías en el cuello, también tenía en mi memoria el “me
quiere” del último pétalo de la última margarita, confesión que había obtenido
tras haber deshojado a cientos de ellas pero que, mire como se mire, era toda
una declaración.