29 de noviembre de 2017

Cosas de la edad

Mi mujer dice que, de un tiempo a esta parte, no parezco el mismo y que he desarrollado nuevas costumbres, algunas de ellas insufribles: apenas duermo por las noches, salgo bastante más, he adelgazado, estoy pálido, he cambiado mis gustos tanto a la hora de comer como a la hora de vestirme, me empeño en besarle el cuello a todas horas y evito las iglesias más que nunca.
No sabría decir si todo es verdad o no. Sólo sé que hace meses que no me encuentro en los espejos.

27 de noviembre de 2017

Reencarnación

Se precipitó y evaporó mil veces, fue mar, río y lágrimas. Gracias al recuerdo que aún guarda de aquellas vidas, hoy, el simple charco se atreve a fantasear con ser cualquier cosa.

24 de noviembre de 2017

Niebla

Recuerdo que había un bellísimo arcoíris antes de que se me nublase la vista y le diese la última paliza, esa de la que no logra despertarse.

22 de noviembre de 2017

Pinchazos

            Su mamá estaba en el cielo, eso le había dicho mil veces papá mientras la acariciaba el pelo con una de sus manos fuertes y grandotas y él no mentía nunca, como cuando susurraba “otro día más y mejor”, al tiempo que guiñaba un ojo y la sonreía con la más pícara de las sonrisas.
            Ella lo había pensado bien o, quizás, puede que no hubiera tenido que pensarlo mucho para estar completamente segura de lo que quería.
            Así, un día, aspiró todo el aire que pudo, hinchó los pulmones, se tapó la nariz y la boca y esperó a que su cuerpo se elevase como los globos de feria, para perderse en el cielo;  pero pronto pudo comprobar que el aire se le escapaba por las heridas, por esas que le hacía su padre cuando la visitaba por las noches y recorría su delicada piel con esas manos grandotas.

20 de noviembre de 2017

La pesadilla

            La cama se sacudió y un abismo se abrió junto a ella. La pareja, que hasta ese momento dormía, se despertó de golpe para descubrir con horror que estaban atrapados en una isla rocosa rodeados de un mar de lava.
No tuvieron tiempo de preguntarse cómo habían llegado hasta allí o qué era aquello, el miedo les gritaba que aquello era el final y no dudaron en confesárselo todo.
Tras vaciarse, se abrazaron esperando que la roca en la que estaban acabase por ceder o que un nuevo temblor los arrojase al río de magma.
Algunas horas más tarde, cuando el despertador sonó y les devolvió a su vida de siempre, el hombre y la mujer no fueron capaces de mirarse a la cara, avergonzados de que una tonta pesadilla hubiese logrado de ellos una confesión tan rápida.

17 de noviembre de 2017

Triste espectáculo

Independientemente de que la serie fuera un éxito, confieso que yo estaba harto de ella. Por ese motivo empecé a buscar el modo de escapar o, por qué no, que alguien me ayudase a hacerlo; lo que me llevó, aun cuando lo tenemos prohibido, a empezar a mirarles de reojo.
Me volvía con disimulo hacia el cerco que les enmarca y les encontraba allí,  inalterables, inmóviles y mudos, vestidos en ocasiones hasta con bata o con pijama y una eterna cara de aburrimiento; una actitud exasperante que derivó en que, al cabo de un tiempo, ya me girase completamente hacia ellos, porque ¿cómo iba a lograr que me ayudasen si no encontraba aquello que les haría dejar el sofá en el que siempre estaban sentados?
Tan increíble era y es su actitud, tan idiotas y pasivos parecen, que los de aquí hemos empezado a llamar caja tonta a la pantalla que los encuadra y a sospechar que nunca harán nada por nosotros.
Sí, ya sólo pedimos que cambien de canal y nos dejen descansar del triste espectáculo que ofrecen.

15 de noviembre de 2017

Cobarde

Su sombra, otra vez, estaba golpeándole, empeñada en que por una vez reaccionase; pero él, incapaz de asumir el enfado, empezó a disimular de nuevo y a hacer como que no se daba cuenta de nada.

13 de noviembre de 2017

Te veo

El botones se escondió detrás de un archivador para echar una cabezada pero, en cuando se durmió, lo delató ese bocadillo lleno de zetas flotando en el aire. 

10 de noviembre de 2017

La trama

La ficción del libro me atrapó. Aquel objeto indefenso me secuestró y aún hoy no sé a quién he de pedirle rescate.

8 de noviembre de 2017

Arriba y abajo

Durante mi niñez, de vez en cuando, hacía algún intento por salir de debajo de la cama o me metía miedo produciendo todo tipo de extraños ruidos; sin embargo, siempre supe que la superioridad numérica estaba de mi lado, que mi familia me ayudaría llegado el caso.
            Después, con el paso del tiempo, mis padres murieron y mis hermanos se fueron marchando. Hace unas horas despedí en la puerta de casa al último de ellos y, desde entonces, le he visto pasearse por las habitaciones con un aire de superioridad insufrible, como si yo no fuese nadie, como si no existiese. Más tarde, cuando me he ido a acostar, él ha sido más rápido y ha ocupado mi lugar.
Ahora, acomodado debajo de la cama, pasado un primer momento de estupor, dejo que crezca en mí la venganza y me marco dos objetivos: que no vuelva a dormir con la luz apagada y que acabe llamándome monstruo.

(microrrelato incluido en “Menguantes”, libro que puedes descargarte en este enlace)

6 de noviembre de 2017

La interrupción

            Llegó a casa cuando no la esperaba y me encontró en el baño cortándome las venas.
            Me miró y dijo:
            -Intenta no salpicar mucho, cariño, la sangre se quita fatal.
            Y sólo por eso, dejé de cortarme las venas en ese instante aunque ella no me lo agradeció, porque no lo ha hecho nunca y porque ahora sé que nunca le importé lo bastante.
            De modo que, con el cuchillo en las manos, la seguí al dormitorio y, antes de que se diese cuenta, la había dejado descansando en la cama después de arrancarla algunos gemidos como hacía años que no escuchaba; para poco después, de nuevo en el servicio y en su memoria, tener el cuidado de que ninguna gota de sangre cayese fuera de la bañera.
            Así, cuando la señora de la limpieza llegue mañana y nos descubra, solo se enfadará con mi mujer y hasta quizás entienda esta sonrisa tonta que se me está dibujando los labios.  

3 de noviembre de 2017

Amor de mesilla

Mientras los viejos duermen, sus dentaduras postizas coinciden en el mismo vaso de agua. Si bien se habían sonreído con cierta frecuencia y hasta habían acompañado a alguna frase cariñosa, nunca habían estado tan cerca.
Ahora, en silencio, se besan por primera vez, con un beso sin lengua, casto.

1 de noviembre de 2017

La bicicleta

Una vez voló. La pedaleaba un extraterrestre cabezón de cuyo nombre no puede acordarse.