19 de junio de 2024

Iguales

Eran hermanos y no necesitaban hablarse. Todo el día a la gresca, peleados por ser el primero en lograr algo, llegar más lejos, correr más rápido, hacer la broma más pesada o eludir los mandatos de sus padres. Siempre pendiente el uno del otro, ni muy lejos ni muy cerca, justo al lado, al alcance del puño o de la mano.
Juntos pastoreaban, cada hermano debía vigilar la mitad del rebaño pero siempre uno lanzaba una piedra, otro lo imitaba, la competición se iniciaba y poco a poco sus cuerpos se acercaban, sus miradas se desafiaban, inseparables y sin hablarse.
Llegó el día en que quizás un brazo se elevó demasiado, alguien interpretó mal un gesto o la rivalidad solo escaló más alto y una mano, portando una piedra pesada, cayó con fuerza sobre una sien haciendo que uno de los hermanos se desplomase.
Fue después, cuando llegó el momento de contarlo, cuando se repartieron nombres y papeles. Caín, mirándose atónito las manos, el asesino; y Abel, el caído, el bueno, el sacrificado.
 
(microrrelato escrito como respuesta a esta propuesta en Esta noche te cuento)

12 de junio de 2024

Extranjero

Marcos no fue un niño como los demás. Se pasaba los días encerrado en el dormitorio,  examinando el mapamundi desplegado sobre el suelo, calculando distancias y soñando con visitar todos los países.
Desde que tuvo independencia y algo de dinero en el bolsillo, no ha parado de viajar. Adora la sensación de perderse por las calles, de que lo miren con extrañeza y de no entender ni una palabra del idioma. Durante años ha malvivido como artista callejero o vendedor ambulante, pero en cuanto los habitantes autóctonos empezaban a acostumbrarse a su presencia, hacía las maletas y elegía otro destino, cada vez más lejano y exótico.
Hace un mes regresó a su pueblo, convencido de que el mundo es realmente un pañuelo y se le ha quedado pequeño. Se comunica en una mezcolanza de lenguas, no soporta los guisos de la madre porque dice que en España todo lleva ajo y ni siquiera sus hermanos lo reconocen como parte de la familia. Ahora es totalmente feliz, porque en ningún lugar se había sentido tan extranjero como en su propia casa.
 
(micro escrito por Asun Paredes que llegó a mí en forma de microrrelato tuneado junto a un pequeño globo terráqueo que ya adorna mi despacho)

5 de junio de 2024

Materiales

Josefa nunca tuvo la oportunidad de aprender a leer y escribir, tampoco lo echó demasiado de menos; pero el día que vio a su hija mover un dedo sobre la hoja de un libro y decir en voz alta lo que eran aquellos signos, la envidia hizo su aparición junto con el inmenso orgullo.
Durante años encerró su nuevo deseo bajo las rutinas, qué remedio, hasta hoy en que una tal Pili ha llamado a su puerta y ha dicho que enseñará a leer y escribir a todos aquellos que lo deseen y ¡que empieza el lunes! Josefa sonríe, intenta recordar qué necesitaron sus hijos cuando fueron a la escuela y, antes de darse cuenta, empieza a tejer a ganchillo un estuche, una mochila, una carpeta.
 

 
 (microrrelato tuneado que llevé a la XI Quedada Microrrelatista que se celebró en Madrid, en junio de 2024, micro que estaba dentro de la carpeta de ganchillo que se puede ver en la foto: ahora en manos de Asun Paredes)