29 de abril de 2012

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            -Y si te digo que hubo un día en el que el cielo gris que nos rodea fue azul. Y que el desierto que nos invade estuvo jalonado de árboles como el que ves en esa foto. Y si te cuento que era posible nadar en lagos al aire libre. Y salir a pasear a las montañas, sin temor a que los pulmones se encharcaran.
            -Sí abuelo. Y que te encantaba ir a eso que llamabais río con una caña de pescar. Pero ya no es posible. Y ahora colócate la escafandra. Es hora de ir a la residencia.




Microrrelato escrito por David Moreno
Ilustración hecha por Juanlu/Luiyi

(Si tienes un microrrelato con temática ecologista, no dudes en enviármelo. Si, por el contrario, prefieres ilustrar, ponte en contacto conmigo, esta sección la estamos construyendo entre todos y estás invitado. ¡Muchas gracias!)

27 de abril de 2012

Siguemepollo


            Cinta que, como adorno, llevaban las mujeres dejándola pendiente a la espalda.
          He aquí una palabra que sí que está en el diccionario y gráfica como pocas; ya que, como posiblemente habéis podido imaginar, la palabra pollo hace referencia a un hombre joven y no a las gallinas. Es decir, un "siguemepollo" vendría a ser el "follow me" que llevan los coches que guían a los aviones en los aeropuertos, salvando algunas diferencias pero pocas.
          Ejemplo: “Vemos ahora un maravilloso vestido blanco en seda salvaje y escote palabra de honor, con un llamativo siguemepollo granate, que no puede dejar indiferente a nadie, ideal para eventos como… ”.

26 de abril de 2012

La discusión: pares o nones

Ella: (Uno)sculo, un beso. No me puedes negar que se lo diste.
            Él: Ves fantasmas. Sólo hablamos por los co(dos), sólo eso.
Ella: No te aguanto. Tus mentiras son cu(tres), tontas. Me da vergüenza oírte.
Él: ¿Y tu presencia es ino(cua?Tro)piezas siempre con la misma piedra. ¡Molestas!
            Ella: ¿Y tú? Tú eres un asno miedoso, un ro(cínco)barde.
Él: ¿Por qué dices eso? ¿Tu madre lo ha dicho? Porque estoy aquí no pen(séis)…
Ella: Pensamos lo que nos da la gana. Junto a ti todo se me hace aburrido, ca(siete)rno y estoy cansada, harta,…
            Él: ¿Y cómo estoy yo? ¿Acaso bail(ocho)tis? ¿Me divierto, disfruto?
Ella: Chotis, mi(nué, ve)ranos llenos de salsa. E inviernos, par(diez), seamos claros.
Y en cuanto uno de los dos empezó a hablar en el idioma del otro, el otro empezó a comprenderlo todo y, en tres segundos, cuatro a los sumo, puso los cinco sentidos en recuperar los seis años de amor, ¿o eran siete?, pidió ocho veces perdón, se dijeron ¡nueve! veces que se querían y volvieron a ser el matrimonio de diez que siempre habían sido.

24 de abril de 2012

El retrato de Dorian Gray (Oscar Wilde)


            Un intenso olor de rosas penetraba en el estudio donde se encontraba aquel cuadro que le había fascinado siempre; en él había quedado plasmado su bello rostro, ante él había deseado no envejecer jamás y ahora, mirándolo con atención, comprobaba con estupor cómo aquel retrato acusaba el paso de los días que en él no dejaba huella alguna.
            Había pasado veinte años ocultándolo a los ojos de todos pero, con el tiempo, había empezado a odiar aquella imagen que era, que sólo podía ser, un fiel reflejo de su alma viciosa y corrupta.
            Así, un día, incapaz de soportarlo más, apuñaló la pintura con furia. Alertados por los gritos, los criados entraron en la habitación prohibida; descubrieron un retrato de su amo que no conocían y, a sus pies, un viejo con un cuchillo en el pecho y un gesto repulsivo lleno de arrugas, un desconocido a quien, hasta que se fijaron en las sortijas que llevaba, no pudieron identificarle.

(microrrelato con el que hago mi primera contribución y, espero que no sea la última, al Proyecto Celsius)

23 de abril de 2012

¡Mírenlas!


              La luz era tenue y el aforo estaba completo:
          “La palmera mira al cielo y a la tierra con ojos amarillos. Con sus múltiples brazos saluda al aire que la agita. Sus ojos parecen los de un cíclope de huerto; vigilante de los demás congéneres de su alrededor.
             Y la morera sola. En soledad perpetua, además de desnuda ahora que le han podado las ramas. Escucha las voces de los que pasan por su lado y observa, un poco tuerta, la mirada furtiva de los otros.
           Ahora bien cuando de las moreras cuelgan las ramas repletas de hojas verdes y los naranjos empiezan a florecer, en mi ciudad se combinan los colores y los sabores con los sentidos, en una encrucijada de caminos distintos, pero parecidos haciendo que los que deambulan por las calles sientan ese aire diferente que los impregna, hasta tal punto que sin querer, se creen otros.
            Otra imagen habitual que sirve de ornamento a parques y jardines en los tiempos modernos es el olivo. De cuándo este árbol de labor y rico fruto, es un elemento de adorno. Hoy en día tan usado en los minúsculos parterres del nuevo formato de vivienda, en el extrarradio de las ciudades…
            …Y la palmera sin viento parece dibujada; cuando salgan a la calle ¡Mírenlas!”.
          Así empezaba la joven Licenciada en Medio Ambiente su ponencia en el “Primer Encuentro para Ciudades Sostenibles”. El aforo del auditorio quedó en un silencio tan delicado como patente. Al terminar su exposición, recibió un aplauso sonoro y rotundo.

Microrrelato escrito por Cabopá
Ilustración hecha por Juanlu/Luiyi

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22 de abril de 2012

Escribidor


A fuerza de tuits, sms y whatsapps nació una nueva profesión: asesor de recursos microliterarios.

20 de abril de 2012

El espejo larga que no veas


            G. estaba dispuesto a todo para que aquel espejo le contase lo que sabía: argayarlo, escolingarlo, hacerle cosquillas, insultarlo llamándolo testel, cucarlo y hasta romperlo en mil pedazos aunque eso le trajese mala suerte; pero no hizo falta alguna, el espejo era un charlatán que se había sentido muy solo.
            -¡Qué alegría! ¡Qué mal rato! ¡Ay, que me temo lo peor! ¿Dónde están Pinocho y su padre? ¿Quiénes sois vosotros? Oye, guapa, ¿me harás el honor de decirme tu nombre? Vale, que sí, que ya me centro. Esperad que haga memoria. A la madrastra le tuve que decir que Blancanieves estaba viva, yo no puedo mentir; pero, cuando se dio cuenta de que yo jamás podría decirle dónde estaba, decidió castigarme a su manera: ponerme un marco de madera. La muy… Así conocí al carpintero y a su hijo, muy majos los dos, oye, y qué problema que tenía el chico con esa nariz, yo no he visto nunca nada igual. Después, apareció muerto y Gueppetto comprendió que, aunque ellos tampoco sabían donde estaba la chica, nuestras vidas corrían peligro y me ocultó. ¿Qué? ¿Qué ha muerto? ¡Ay, qué golpe! ¡Ay, que se me parte el corazón! ¡Ay, que me esmorroño! ¡Ay, que pierdo pie! Sujétame, guapa, así, justo así. ¡Ay, qué bien!
***

                Esta entrada es una continuación de todas éstas:

Capítulo 1: “Hay un detective nuevo en la ciudad” 

Capítulo 2: “Llámame Eva

Capítulo 3: “Pensando en verde

Capítulo 4: “Un caso de cuento

Capítulo 5: “Ha habido un crimen

Capítulo 6: “Dos es el doble de malo

Capítulo 7: “Un allanamiento” 

Capítulo 8: “Por la boca…”  

19 de abril de 2012

Narices para conquistarte


-Déjame que te lo explique, me taparé la cara si quieres pero escucha lo que tengo que decirte. Como bien sabes soy amigo de vestir adecuadamente en todo momento y mi interés y pundonor han llegado tan lejos que, no sin esfuerzo, he logrado una buena colección de narices que me pongo o quito según las circunstancias o la ocasión. Así, la nariz chata suelo ponérmela cuando puedo permitirme una cierta falta de madurez, algo así como un descanso o unas breves vacaciones en las múltiples obligaciones que he de asumir; si no recuerdo mal, cuando nos conocimos era la nariz que llevaba, quizás por eso te gustaron mis bromas y mis chistes. Tengo otra, la carnosa, con la que aparezco cuando quiero dar una imagen de persona generosa, solidaria y sensible, es la mejor para las cenas benéficas; me consta que te gustó encontrarme en una de esas fiestas, que eso contribuyó a mejorar la imagen que ya tenías de mí pero… te confieso ahora que nunca jamás he donado un euro a ninguna causa, soy algo tacaño, ya ves. Tengo otra nariz que tú no me has visto, la aguileña, ideal para hacer negocios y con la que adquiero, créeme, una especie de mentalidad empresarial a la que he sacado buen partido. Poseo una nariz pequeña y respingona, con la que parezco más atractivo de lo que realmente soy pero que he usado con cuidado, sobre todo contigo, porque no quería que llegase a ser una prueba clara de la falta de madurez física y espiritual que tanto quiero ocultar y detestas. Dispongo también de una nariz romana, de otra griega, de una nariz de halcón pero… cuando supe que por fin hoy lograría tenerte toda para mí, decidí traer esta nariz que has visto, mi nariz superlativa, bulbosa y de ventanas grandes para… olerte mejor. Por eso quise que las luces estuvieran apagadas, para que no te asustases como lo has hecho, para evitar tu grito y tu certero manotazo, mi amor, ése con el que me la has arrancado de la cara.

(microrrelato escrito para la convocatoria hecha por La Esfera Cultural: “Con un par de narices” y que no ha sido seleccionado)

17 de abril de 2012

El reflejo


            Logra introducirse durante unos minutos en su casa, en la que fue suya, e inmediatamente comprueba que todo está diferente: la disposición de los muebles, el color de las paredes, el ligero aroma de una tarta, un par de juguetes, el eco de unas risas, unas zapatillas de hombre y el sonido de tres cuerpos que duermen. Sin hacer ruido, se dirige a lo que quizás siga siendo el dormitorio principal, entra y comprueba que está en lo cierto, les ve dormir, confiados y unidos, entrelazando sus cuerpos. Y justo cuando se va a ir, intuye su cuerpo traslúcido reflejándose apenas en un espejo. “Es demasiado tarde, asume que ella rehizo su vida, admite que estás muerto”.

(microrrelato finalista en el Concurso Minificciones en Cadena Triple C, VII Quincena 2012)

16 de abril de 2012

El milagro de las semillas


            En mi pueblo hubo un tiempo en el que las calles se despoblaron: los jóvenes partían a la ciudad y a los mayores les daba por morirse.  Fue cuando el alcalde reunió en el Mesón a todos los vecinos para encontrar remedio a la situación. Don Camilo propuso clausurar el municipio y marcharse de allí; Angelillo presentó un proyecto para construir viviendas de lujo, todas en sus terrenos; y unos cuantos sugerimos una caravana de mujeres para los solteros que aún quedábamos por casar. Ninguna de ellas logró la aprobación general. Cuando nos proponíamos a marcharnos, entró de sopetón un joven charlatán, que al parecer estaba al tanto de nuestra preocupación. Venía cargado de un gran baúl que dejó a su vera,  tomó la palabra y nos explicó su plan. Se trataba de plantar en nuestros corrales  las semillas humanas  que él vendía. Para demostrar el éxito del producto, extrajo una maceta de su equipaje y demandó agua al mesonero. Cuando la vertió sobre el tiesto, como por arte de magia, creció una manecita humana con sus cinco deditos. Todos quedamos boquiabiertos ante el espectáculo que presenciamos y nos abalanzamos a comprarle el género. Como escaseaban, el precio se disparó y cada cual fue en busca de sus ahorros. El joven se marchó con un buen fajo de billetes.
       Al día siguiente, todos sembramos en nuestras casas las simientes mágicas y comprobamos con el paso del tiempo que de ellas no florecía ningún ser humano ni nada que se le pareciese. ¡Nos habían timado! Pero de este engaño se hicieron eco los periódicos y pronto recorrió la noticia cada rincón del país. Los curiosos aparecieron y se quedaron. En un año se reabrió la escuela, se construyeron varias casas y se inauguró un hostal. La vida brotó de nuevo en nuestras calles y al charlatán lo encontraron plantado como un espantapájaros en medio de un campo riojano.

Microrrelato escrito por Nicolás Jarque
Ilustración hecha por Juanlu/Luiyi

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15 de abril de 2012

Cocodrilos ciegos


            Sobrevivimos al fin del mundo.
            En el metro.

13 de abril de 2012

Argayar/Argallar


            Torcer, inclinar, ladear, desnivelar. Erosionarse un terreno por causa del agua ya sea de corrientes o de tormentas. / Hacer poco o nada, enredar más que trabajar.
            Esta es una palabra de lo más confusa y os voy a explicar por qué. Yo la oí por primera vez hace no demasiado tiempo con el significado que podéis leer en primer lugar; pero después, intentando saber cómo escribirla, encontré las otras dos acepciones: la segunda, en un diccionario que recoge el habla de la montaña; y la tercera, escrita con “ll” y siendo un verbo gallego con suficiente entidad como para poder llamar argallador a la persona que trama enredos y teje chismes o llegar a decir que alguien tiene movimientos de argadillo.
            He decidido, unilateralmente, que el verbo que yo aprendí se escribe con “y”. Pero incluyo el segundo porque me parece sencillamente genial.
            Ejemplo: “Cuidado con el cristal, se te está argayando”. “Vale, pero llévate a los niños, no hacen más que argallar y me están poniendo nervioso”.

11 de abril de 2012

Cáncer


-Tiene un tumor en el cerebro –dijo el médico.
-Entonces…
-Perdone que le pregunte, ¿alguna vez pensó en escribir?
-Cuando era más joven pero…
-Hágalo. Los hilos argumentales de las historias no escritas se le han enquistado en la cabeza. Se sentirá mucho mejor en cuanto empiece a escribirlas.

9 de abril de 2012

Mil y un años después


        En el mismo momento en que perdía el paraíso, Adán tuvo esa espeluznante visión.
Bosques y montes, valles y montañas, playas, desiertos, la tierra entera trepidaba hendida por millares de ríos petrificados.
Debía nombrar el fenómeno.
—Asfalto —dijo.

 Microrrelato escrito por Patricia Nasello 
(http://septiembrenos.blogspot.com )
Ilustración hecha por Juanlu/Luiyi

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6 de abril de 2012

Por la boca…


          El almacén estaba oscuro. Eva, por un momento, pensó que no quería entrar, que habría cucas por todas partes, pero enseguida el que empezaba a ser su detective preferido dio con el interruptor de la luz.
-Entonces estamos buscando un espejo, ¿no es eso? –quiso confirmar G.
-Sí, así es, pero no sabemos mucho de él. Lo que nos dice el cuento, que puede hablar, y que quizás tenga un marco de madera, si el carpintero cumplió con el encargo.
-Iremos con cuidado, no vayamos a escogorciarnos.
         Sin tocar nada, evitando dejar huellas, empezaron a moverse por el caótico almacén hasta que… :
-¡Mira qué cosa más linda! ¡Ole y ole!
El objeto del que había salido comentario tan flamenco estaba casi completamente oculto detrás de otros paquetes y bultos y era, como no podía ser de otro modo, el espejo.
***

Esta entrada es una continuación de todas éstas:

Capítulo 1: “Hay un detective nuevo en la ciudad 

Capítulo 2: “Llámame Eva

Capítulo 3: “Pensando en verde

Capítulo 4: “Un caso de cuento

Capítulo 5: “Ha habido un crimen

Capítulo 6: “Dos es el doble de malo

Capítulo 7: “Un allanamiento 


 

5 de abril de 2012

Una sin razón



-Comienza un día más, señoras y señores, el programa más famoso de la televisión española. Hoy estamos con Baltasar. Cuéntele a nuestro público su historia.
-Hola, buenas tardes. No hay mucho que contar. Estudié Derecho, fui juez de la Audiencia Nacional pero, tras algunos años de éxitos en los que me compré una casa firmando la correspondiente hipoteca, fui condenado por prevaricación e inhabilitado.
-Como pueden ver, queridos espectadores, hoy tenemos un invitado de altura. ¡Aplaudan, aplaudan!
El público emocionado grita con los ojos al borde del llanto.
-Y ese saxofón, Baltasar, ¿qué significa?
-Toco en la calle, sabe usted, intento ganarme unas perrillas.
-Genial, absolutamente genial. Pero vayamos al grano, ¿con esas perrillas puede pagar su hipoteca?
-No –contesta Baltasar, bajando la cabeza totalmente cubierta de canas-, por eso estoy aquí.
-Por eso está aquí, ¿han oído, señores? Y… ¿cuál es el nombre de este programa, cuál? ¡No les oigo!
-¡Dación o expropiación! ¡Dación o expropiación! ¡Dación o expropiación!
-Baltasar. Conoce la mecánica del programa, ¿no es así?
-Sí, perfectamente.
-¿Nos la puede recordar ahora?
-Pulso el botón rojo y la suerte me dirá cual es el futuro del piso que ya no puedo pagar.

(Estaba intentado escribir un micro para el Concurso de Abogados del mes de marzo con las palabras: saxofón, razón, dación, botón y expropiación; pero… me salió uno indignado y por eso lo publico hoy)

3 de abril de 2012

Testigo


El cabrón de mi vecino y mi mujer retozan en el piso de al lado. Puedo oír sus gemidos y sus risas, el roce de la piel y el acompasado ritmo de los muelles de la cama; como cuando ella y yo estábamos juntos y nos reíamos, solo que ahora ya no tiene gracia.
Lo peor, no obstante, será cuando vuelva a casa, no me mirará, tampoco me dirá una palabra. Mi retrato la verá dormirse con una sonrisa en los labios y me sentiré no sólo muerto, me sabré muerto y enterrado.

(microrrelato finalista en la 36ª edición del concurso de Bubok)

2 de abril de 2012

Tormenta

Los rayos caían con tristeza, acaso con palidez: ya no había árboles que los recibieran.

 
Microrrelato escrito por Jose Luis Sandin
Ilustración hecha por Juanlu/Luiyi

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1 de abril de 2012

Invitaciones y otras fiestas


        Este fin de semana no he publicado microrrelatos en el blog pero… algunos se han ido fuera a pasarlo bien.
          -ayer “El valor de un cobarde” estuvo en la casa de Rafael Blanco (El hamster y otros cuentos); era una fiesta y de las buenas, a la que también estaban invitados Miguel Molina y Alejandro Bentivoglio.
         -hoy, “El trato”, “Despertares” y “La autopsia” se fueron a La taberna del Callao, regentada por Javier Merchante, y se lo han pasado en grande, no tenéis más que oírlo.
            Gracias a ambos.