28 de abril de 2017

Colores de guerra


Mirando alrededor, repaso una vez más nuestra situación en la batalla. El primero de nosotros está lejos, puede que haya logrado dejar atrás a aquellos que le seguían. Por delante de mí, a siete pasos contados, está el que ocupa el segundo puesto, de momento ha logrado ponerse a salvo, pero aún puedo ver sus ojos inyectados en miedo. A mis espaldas, aún en el refugio, imponente y mordiéndose las uñas, nuestro último, ansioso de entrar en acción para obligar a nuestros adversarios a dividir sus fuerzas. Sí, todo parece indicar que ha llegado mi turno; estoy listo y, aunque la tensión nos rodea, espero poder aprovechar la oportunidad que me brinde la suerte y pasar al otro lado antes de que mis rivales levanten una barrera de nuevo.
El dado baila a ritmo de rap sobre el tablero. Todos están pendientes de él pero, cuando pare, las miradas se posaran en nosotros. Somos las fichas rojas y estamos dispuestas a todo.

3 comentarios:

  1. Hay momentos en que la vida parece ponerse en juego.
    Buen relato, Luisa.
    Un abrazo

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  2. La vida un juego de azar. El asunto es el de los bandos. Me quedo a este lado u orilla.
    Saludos desde Guadalajara de Buga, Colombia.

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  3. Ojalá todas las guerras fueran así de bonitas y las batallas se libraran sobre un tablero. Como siempre, un excelente relato Luísa.
    Besicos muchos.

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