23 de enero de 2019

Deseos cumplidos


Consciente de que en casa no sobraba el dinero pidió a los Reyes Magos solo una cosa: que su padre dejase de visitarla por las noches; y un día, pasado el mes de enero, él se fue.
Al año siguiente, después de pensarlo bien, pidió que su madre dejase de estar sola y ¡hubo suerte!, algunos meses más tarde un hombre se fue a vivir con ellas.
Cuando la siguiente Navidad llegó, pensando que por lógica los Reyes llevarían un registro de los regalos entregados y que seguramente preferirían no repetirse, como todos los chicos y las chicas de su edad, les pidió una bicicleta.
Tuvo que soportar que las manos de su padrastro la enseñasen a montar en ella, eso es cierto; pero, antes de que llegase el invierno, la utilizó para irse.

2 comentarios:

  1. ¡Madre mía, qué historia tan dura la de esa chica! Me alegra saber que al final pudo huir. Muy bien contado.

    Un besazo.

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  2. Dura vida la de estas dos mujeres. Y esa niña viendo una injusticia tras otras. Qué bien contado Luisa.
    Besicos muchos.

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