26 de octubre de 2020

El sprint

Vi la expresión de las gemelas cuando entró la tata con la bandeja llena de cursis tacitas de té y minúsculas jarritas llenas de humeantes líquidos, la intuición me dijo que aquella fastuosa entrada no llegaría a buen puerto, no con ellas allí, que era una fantasía pretender que las niñas dejasen pasar una oportunidad así para hacer una de las suyas. Dolorosamente las envidié porque yo, al contrario que ellas, había dejado pasar todas mis oportunidades y ni tan siquiera mi vida había sido mía; y supongo que fue por eso por lo que extendí mi pierna, hice que la tata tropezase y el contenido de la bandeja se volcase, dejando a todos con la boca abierta cuando, por primera vez, me vieron histéricamente reír.

1 comentario:

  1. Es muy triste que me hayas hecho reír con la canallada que le hacen a la pobre señora, pero que le vamos a hacer. Felicidades por la historia me ha encantado.
    Un saludo.

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