18 de octubre de 2023

Vinagre

En el autobús que nos llevaba a Francia, a la vendimia, te dormiste apoyando tu cabeza en mi hombro y yo, por estar contigo, aguanté las cosquillas que me hacía tu pelo. Habíamos prometido que le echaríamos horas, las que fueran, por hacer dinero y por eso, viendo cómo tratabas las uvas, tuve que conformarme con imaginar cómo me acariciarías. Hasta ayer, el último día, en que fuiste mío y yo tuya, esa noche tras la que mi sonrisa se rompió, al descubrirme sin dinero, robada, sola y ese desagradable gusto en la boca.
 
(borrador para esta propuesta de ENTC, en el enlace se puede leer que el texto final que escribí con Belén Sáenz, juntas estábamos bajo el seudónimo de Aserejé)

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