5 de abril de 2019

Sentada

Por una vez seré yo quien le use a usted aprovechándome de su pasividad, de que esté ahí sentado y haya decidido no hacer nada salvo, quizás, leer un poco. ¿Está cómodo? Espero que así sea y también, ¿por qué no?, algo expectante e intrigado.
Déjeme que le explique. Siempre soy yo quien crea un relato desde cero para acabar poniéndolo en sus manos; en cambio usted sólo ha de dejar resbalar sus ojos sobre mis líneas y, en el mejor de los casos, si la historia acaba atrapándole, apropiarse de ella, hacerla suya y transformarla a su antojo. Y cuando lo hace, en ese hurto, ¿he de ver yo una prueba de mi éxito?, ¿no es esto injusto?
Bien, pues hoy, como ya le he dicho, seré yo quien va a usarle. Tranquilo,  no tendrá que hacer nada, permanezca en el sillón, no se altere. Mi protesta será una sentada y va a ser usted quien se siente.
Ah, pasando la hoja, encontrará una pancarta. Ahora levante el libro dos minutos. Gracias.

2 comentarios:

  1. Jajaja, qué buena eres Luisa y qué imaginación la tuya. A mí me pasó con una historia de mi pueblo que hice para la radio y se ve que cuando la colgué la cogieron del blog. Al cabo encontré un trozo en un periódico y me puse en contacto con ellos. Les dije que por lo menos la pusieran enteran, que estaba coja y que no hubiera costado nada pedirla. Me comentaron que la cedió una oficina turística (ya me dió curiosidad y pregunté) que ya no existe creo y para colmo, la gestiona una chica de mi pueblo, incluso me conoce.
    Qué de sorpresas se lleva una y qué curiosos somos los seres humanos.
    Besicos muchos.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, guapa, por la visita, por el comentario, por la anécdota

    ResponderEliminar