25 de septiembre de 2019

El orden de las cosas



Se perdió en el centro comercial; se había entretenido con unos juguetes y, cuando levantó la vista, estaba solo. Mucho rato después una dependienta lo llevó a un sitio que no había visto nunca y, antes de que pudiera darse cuenta, ya estaban hablando de él por los altavoces. “No te preocupes, seguro que tu mamá viene en seguida”.
            Pasó el tiempo y vio como aquellos señores empezaban a mirar el reloj con impaciencia hasta que, con una sonrisa, le dieron un cartón con su nombre y la fecha y colocaron en una especie de estantería, justo en el lugar de los niños perdidos, en el de las momias.

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