16 de mayo de 2017

Polos opuestos

Desde que se conocieron, cada vez que él opinaba blanco ella contestaba negro; cuando él tenía calor, ella iba a buscar una manta; si él había comprado carne, ella hubiese preferido pescado. Vivieron así veinte años de discusiones continuas y un matrimonio feliz.
            Ayer, al acabar la película, él dijo: “Ha estado bien, ¿verdad?” y ella contra todo pronóstico contestó: “Sí.”. Se miraron en silencio, pasaron en vela toda la noche pensando y a la hora del desayuno se dijeron: “Esto se acabó.” Y aquellas palabras dichas al unísono, cayeron como una losa y fueron punto final en aquella mañana de domingo.

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