15 de diciembre de 2014

Un cuadro

Cogidos de la mano, con las sonrisas de oreja a oreja, frente a una casa, al lado de lo que parecían ser un coche y un árbol, el papá, la mamá, el hijo y el perro asistían impasibles al tristísimo espectáculo de todas las tardes, ése que esta vez acabaría salpicando el cielo azul, luminoso y dorado, que había sobre sus redondas cabezas, en el que podía verse una nube perfectamente blanca y algunos pájaros como acentos.
Al cabo de un rato de golpes, quejas y ayes se hizo el más absoluto de los silencios. Mientras las salpicaduras de sangre resbalaban y manchaban la casa blanca y el sol amarillo, el papá, la mamá y el hijo siguieron sonriendo. Sólo el perro había desaparecido. Y es que la mano infantil, ahora inerte y ensangrentada, lo había arañado en su frustrada huída, apresándolo con las uñas de sus pequeños dedos.

5 comentarios:

  1. El terror muy bien contado.

    Un abrazo rosa.

    ResponderEliminar
  2. La RAE tiene una acepción para la palabra "cuadro" que creo que viene a cuento ahora: "Espectáculo de la naturaleza, o agrupación de personas o cosas, que se ofrece a la vista y es capaz de conmover o aterrorizar el ánimo."

    ResponderEliminar
  3. Luisa, has conseguido camuflar el cuadro hasta el final y con muy buen resultado.

    ¡Felicidades!

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  4. Vaya lo bien que has conseguido pintarlo, ¡fenomenal!!!
    Besicos muchos.

    ResponderEliminar