Durante algún tiempo
estuvieron todas con todas, en una orgía inmensa; hasta que aquella mano empezó
a toquetearlas, como no lo había hecho nadie, memorizando sus huecos y sus curvas. Ellas se dejaron
hacer, curiosas, hasta que fueron encajando suavemente las unas en las otras y,
en una posición horizontal de lo más decente, dieron forma a una reproducción
de Las Meninas de unas mil piezas.
Interesante salida, aunque yo quizá hubiera escogido otro cuadro.
ResponderEliminarSalud.
¿y qué cuadro habrías escogido?
ResponderEliminarConfieso que puse Las Meninas porque contrastaban bastante con la "bacanal" y casi por nada más. No es un cuadro al que le tenga especial cariño, pero sí pienso que por unos motivos u otros pueden estar reproducido en muchas partes y de muy diferentes formas.
Feliz Año y gracias... por las visitas, los comentarios...
No soy ningún experto en arte, más bien lo contrario. Pero alguno con desnudos, ¿Las Tres Gracias?. No obstante si que es acertado que posiblemente sea uno de los cuadros más conocidos en cualquier rincón.
EliminarMis mejores deseos y no hay qué agradecer.
¡Ah, sí, jugando con nosotros!
ResponderEliminar¿Alguno de Rubens, quizás?
Felicidades, Luisa. y PROSPERIDAD PARA EL 2015.
Luisa, qué engaño tan bien perpetrado. Hasta el final no nos damos cuenta que el relato no es de dos rombos sino de uno.
ResponderEliminar¡Qué disfrutes de un buen 2015! Yo también agradezco que sigas en la brecha en esta tempestad en contra de los blogs.
Un beso grande y gracias.
Un relato tramposillo, aunque enseguida armas el puzzle.
ResponderEliminarAbrazos de entrada al nuevo año.