25 de mayo de 2015

Preliminares


           
Christian Pereira Rogel
 




          El árbol se enamoró de una niña cuando, jugando al escondite, lo tocó entre risas. Con los años, ella no ha dejado de volver al bosque con una u otra excusa; hoy, en concreto, con un idiota.
            Menos impasible de lo que pudiera parecer a simple vista, ha asistido al encuentro amoroso de la pareja, tras el que los amantes se han adormilado bajo su copa.
            No tendré otra oportunidad, ha pensado; y tras hacer que una de sus hojas cayese sobre ella, se ha dicho: que se vaya acostumbrando al tacto de mis dedos, sin prisas.

(microrrelato escrito para esa fotografía, una propuesta de la IM)

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