5 de junio de 2017

En círculos

Me puse melancólico con la décimo tercera víctima. Tenía un lunar junto al ombligo, como la primera, y sólo por eso dejé de descuartizarla.
Miré la cara de la mujer, era la misma, y caí de rodillas, emocionado y feliz.
El círculo se cerraba y podría volver a empezar explorando nuevas y estimulantes rutinas.

3 comentarios:

  1. Es lo que tienen los círculos.
    Besos.

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  2. Que te quedas enganchados en ellos. Afortunadamente es posible "salir por la tangente" pero hay que querer.
    Gracias por las visitas y los comentarios.

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  3. Un sentimental, en el fondo, pero demasiado en el fondo.
    Relato transgresor y valiente.
    Un abrazo, Luisa

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