16 de junio de 2017

Escondite

Mamá nos dijo que teníamos que escondernos del viento, que iba a ser tan fuerte que nos íbamos a asustar y así, casi sin proponérnoslo, acabamos encontrando cobijo bajo la inmensa capa del mar, desde donde pudimos ver atónitos y envueltos en una extraña paz azul todo lo que ocurría en tierra.
Entonces creímos que habíamos tenido mucha suerte.
Aunque ahora, tantos meses después de aquel día, empezamos a tener algunas dudas: los peces han dado cuenta de nuestros ojos y sólo el vaivén caprichoso de las olas puede hacer que encontremos el camino de vuelta. 

Relato para ZENDA, convocatoria #palabrasalviento


4 comentarios:

  1. Una forma imaginativa de contar un maremoto a un niño, que tampoco salió bien.
    Qué nos salga un buen fin de semana!!! Calor aparte.
    Y gracias

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  2. El punto de frialdad e la narración le da un punto casi piscopático.
    Estupendo.

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