18 de enero de 2013

Cadenas alimentarias

Acababa de abrir el uzo de la finca y veía con estupor cómo el lubricán estaba tocando a su fin. Es que… ¿había estado durmiendo todo el día? Atónito, el cachicán recorrió algunos cuartos de la casa mientras intentaba averiguar qué podía haberle pasado. El pepe que había comido hace un par de días no había sido, su estómago había podido con él sin mayor problema. Quizás le había picado una cachipolla, uno de esos gordos que vivían junto al río; o tenía fiebre, pensó llevándose la mano a la cabeza. Entró en el baño, buscó su vulto en el espejo y afortunadamente no vio nada, no le hubiese gustado nada el aspecto tan pálido que tenía.

4 comentarios:

  1. Patchwork de palabros, ¡qué bueno!

    Un abrazo,

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  2. ¡Qué complicado! Son sólo seis palabras, pero palabras clave y no entendía nada. Con la ayuda mucho mejor.

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  3. ¡Vaya, también las criaturas de la noche se enferman! Palabras nuevas para guardar.

    Abrazos muy vivos.

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