Acababa de
abrir el uzo de la finca y veía con estupor cómo el lubricán estaba tocando a su fin. Es que… ¿había
estado durmiendo todo el día? Atónito, el cachicán recorrió algunos cuartos de la casa
mientras intentaba averiguar qué podía haberle pasado. El pepe que había comido hace un par de días no
había sido, su estómago había podido con él sin mayor problema. Quizás le había
picado una cachipolla, uno de esos
gordos que vivían junto al río; o tenía fiebre, pensó llevándose la mano a la
cabeza. Entró en el baño, buscó su vulto en el espejo y
afortunadamente no vio nada, no le hubiese gustado nada el aspecto tan pálido
que tenía.
Patchwork de palabros, ¡qué bueno!
ResponderEliminarUn abrazo,
¡Qué complicado! Son sólo seis palabras, pero palabras clave y no entendía nada. Con la ayuda mucho mejor.
ResponderEliminarUna de vampiros,en realidad
ResponderEliminar¡Vaya, también las criaturas de la noche se enferman! Palabras nuevas para guardar.
ResponderEliminarAbrazos muy vivos.