15 de junio de 2016

Sacrificio



En la tele dijeron los lugares en los que aterrizarían y un grupo de los nuestros se organizó para ir al más cercano aunque, siendo sinceros, llevábamos meses preparados para el encuentro.
Después, el día exacto, con el corazón en un puño y la boca abierta por la emoción, vimos cómo las naves se posaban, sin hacer ruido, inmensas; y se inició nuestra espera.
            Desde entonces, siguiendo su ejemplo, asumiendo el castigo de su silencio por todos nuestros pecados, entendemos que sólo nuestros labios cerrados lograrán que nos perdonen y acaben saliendo para acogernos en sus brazos de luz.
Sin embargo, no estamos solos, la algarabía de los otros pecadores nos rodea y atenaza día y noche, constante, y sólo conocemos un modo de callarlos.

(¿sabes que estamos escribiendo una novela entre todos?, ¿quieres participar?; descubre cómo)

2 comentarios:

  1. Al menos la espera es amena y divertida ;)
    Un abrazo.

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  2. Tú crees? En silencio, intentando complacer a los dioses y preparando un sacrificio??? Más bien yo diría que... se masca la tragedia.

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