Cuando llegó a la última página de su vida, descubrió
que el personaje principal era, y siempre había sido, un muñeco.
La paradoja era que su hija era de carne y hueso.
(microrrelato
escrito para el segundo juego del vendaval
de microrrelatos 2012 que… ¡ya está cerca!; en esta ocasión, había
que escribir un microrrelato con las palabras: última página, paradoja, hija,
personaje y muñeco)
Bien hilado Luisa.
ResponderEliminarBesos desde el aire
En poquitas palabras lo has resuelto de maravilla.
ResponderEliminarUn beso, Luisa.
Hay que calentar motores como sea, sacar punta a los lápices y para el 24... ¡todos listos!
ResponderEliminarBuena inversión. Me preguntó qué será él.
ResponderEliminarAbrazos.
¡Jo! Cuánto contenido en nada... "su hija era de carne y hueso"... Entonces cuál es o dónde está realmente el problema, el eslabón perdido???
ResponderEliminarMuy bueno, Luisa.
Un besooo
Pues has hecho un buen trabajo, Luisa. Por cierto, no sería la hija de José Luis Moreno, que creo que se llamaba Maricarmen...? O no me hagas mucho caso, que lo mismo me estoy liando.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buen calentamiento Luisa. El 24 no habrá quien te pare!!. Muchos besos.
ResponderEliminarTiene mucha miga.
ResponderEliminarLo raro hubiese sido siendo de carne y hueso haber tenido un hijo de trapo.
ResponderEliminarJajaja. Excelente.
Tu blog me guiñó un ojo y le dijo a mi mirada que lo siguiera.
ResponderEliminarP.D: disculpa el intento. Felicidades.