25 de agosto de 2013

PFD y Ponfiel (34 y 35)



Claridad
Descubrí tarde por qué nunca mostraste sensibilidad, eras de hierro.

Sueños de un hombre
Esa frialdad creía la habías heredado de tu difunto padre. Con el tiempo descubrí que tenías un trauma infantil del cual nunca has sabido desprenderte. Aquellos días en los que tuviste que ponerte las gafas y el resto de los niños te decían cuatrojos, te dejaron bien marcado. Pensaste en ser bombero para apagar fuegos, los que ardían dentro de ti, y que tus compañeros avivaban. Después cambió el rumbo de tu destino laboral y acabaste por razonar que lo mejor era ser enfermero, para arreglar cabezas. Y entre oficios anduviste perdido durante varios años. Pensaste tantos oficios, que acabaste por un tiempo limitado siendo herrero. Porque pensaste que a los burros hay que ponerles herraduras. Con el tiempo acabaste siendo guardián de tus propios actos, y no dejaste pasar ni una. Acabaste como policía. Y te contrataron por eso, por tus cuatrojos, porque no había ladrón que se escapase, ni detalle que saltara. Te conmemoraron al cumplir los sesenta y cinco, y una vez jubilado seguiste creciendo. Ahora cuando das la vista atrás ves que tus faltas acabaron siendo los ejes del cambio de tu vida, donde los demás solo veían limitaciones y objeto de burlas.



Textos: Ponfiel (blog: Cirujano de letras)
Fotografía: Jose Luis Rafael


1 comentario:

  1. Un ejemplo de superación, sí señor, sacar provecho de lo que los demás ven una limitación.

    Estupenda selección nos estais ofreciendo, Luisa y Ponfiel.

    Besos.

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