Claridad
Descubrí tarde por qué nunca
mostraste sensibilidad, eras de hierro.
Sueños
de un hombre
Esa frialdad creía la habías
heredado de tu difunto padre. Con el tiempo descubrí que tenías un trauma
infantil del cual nunca has sabido desprenderte. Aquellos días en los que
tuviste que ponerte las gafas y el resto de los niños te decían cuatrojos, te
dejaron bien marcado. Pensaste en ser bombero para apagar fuegos, los que
ardían dentro de ti, y que tus compañeros avivaban. Después cambió el rumbo de
tu destino laboral y acabaste por razonar que lo mejor era ser enfermero, para
arreglar cabezas. Y entre oficios anduviste perdido durante varios años.
Pensaste tantos oficios, que acabaste por un tiempo limitado siendo herrero.
Porque pensaste que a los burros hay que ponerles herraduras. Con el tiempo
acabaste siendo guardián de tus propios actos, y no dejaste pasar ni una.
Acabaste como policía. Y te contrataron por eso, por tus cuatrojos, porque no
había ladrón que se escapase, ni detalle que saltara. Te conmemoraron al
cumplir los sesenta y cinco, y una vez jubilado seguiste creciendo. Ahora
cuando das la vista atrás ves que tus faltas acabaron siendo los ejes del
cambio de tu vida, donde los demás solo veían limitaciones y objeto de burlas.
Textos: Ponfiel (blog: Cirujano de letras)
Fotografía: Jose Luis Rafael
Un ejemplo de superación, sí señor, sacar provecho de lo que los demás ven una limitación.
ResponderEliminarEstupenda selección nos estais ofreciendo, Luisa y Ponfiel.
Besos.