Cuando construyes castillos
tiene que haber princesas que lo habiten antes de que alguien pierda un zapato,
y después las pretendientas se presenten a miles haciendo el intento de
engañarte para tener la vida solucionada. Me enseñaron a ser recto, para ser un
buen rey. Y lo único que encuentro son princesas de porcelana. Me dijeron que
el amor existía, que podría encontrarlo en los ojos de mis pretendientas, que
las mirase con fulgor, con ojos de enamoramiento, que el roce haría el cariño.
Mi padre me engañó. Nunca la encontré, porque acabaron todas engullidas por el
dragón.
Avaricia
No todo es lujo en la vida
de un príncipe. Hay sacrificio, honestidad y amor por el pueblo. Un rey es
grande por sus hechos y actos. A un rey se le ha de medir por su grandeza y
entrega, las arcas aquí no cuentan.
La búsqueda
Si me das una oportunidad
puedo enseñarte mi castillo. Es hermoso, grande, bello y reluciente. Está
diseñado para hacer confortable la vida a quienes vivamos en él. Pero has de
tener claro que serás privada de libertad el resto de tus días a cambio de una
vida de lujo.
El rey falleció en soledad.
Textos: Ponfiel (blog: Cirujano de letras)
Fotografía: Jose Luis Rafael
Muy buenos... Me gustaron mucho «Cuento de princesas» y «La búsqueda». ¡Saludos!
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