Me dejó corito y sin un duro,
señor juez. Se emperejiló en hacerme la
vida imposible, incluso embriscó a mis propios
padres contra mí. Es argalladora, es usmia. Y ahora, que ya no
soy ni tengo nada, ha empezado con la pichicharra de que done
mis órganos, alegando que yo los estoy desperdiciando en vida. Y sin embargo,
la he querido y la querré siempre, nunca he podido negarle nada y ella lo sabe.
Con esto quiero hacerle entender que, aunque no lo parezca, yo no soy responsable
de este batiburrillo de vísceras
que hay en su tribunal, que no es cosa mía. Yo comprendo su enfado, señor juez,
su asco; comprendo todo lo que usted quiera pero, por favor, deje de patearme
el corazón con la punta de pie; porque, ¿sabe?, aunque a usted le parezca un
despojo, lo necesito para quererla.
Una declaración autentica y muy reforzada con esos palabros que se utilizan. Ya echaba yo de menos estos micros.
ResponderEliminarBesicos
Una de palabros!! Me gusta tu trabajo en pro del uso de TODO el lenguaje. Felicidades.
ResponderEliminarUn abrazo.
Guau, qué genial idea...
ResponderEliminarUn abrazo en nombre de la RAE ( o dos)
¡Qué bueno, Luisa! ¡Qué forma de encajar los palabros en un micro que -con ellos o sin ellos- es excelente!
ResponderEliminarUn abrazo,
Difíciles palabras Luisa pero muy bien encajadas en su contexto preciso. Admiro esta habilidad sólo tuya.
ResponderEliminarUn beso.
Excelente Luisa, una gozada.
ResponderEliminarMi admiración y abrazo.