fotografía de Jose Luis Rafael |
Título: El
canto del agua
Mamá siempre le peina los largos cabellos derrochando
litros de agua. Debe estar siempre lista para cautivar. Es cuestión de
herencia genética.
Los turistas siempre se quedan ensimismados mirando el
cantar de la cascada. A nuestra hermana le da pena. Nunca quiere hacerlo, pero
mamá la fuerza.
-La vida de la sirena es dura, hija. Hemos de
aprovechar la bonanza, antes que venga la sequía. Sabes que luego no tendremos
nada que llevarnos a la boca. Y por ahora hay muchos turistas.
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Parecía
agua pero Ponfiel (Blog: Cirujano de letras) nos habla de cabellos, sirenas y
familias; afortunadamente él ha podido mirar más allá de la cortina de agua y ha visto
las ninfas.
¡Qué lindura de relato! Es cierto, Francisco vio más allá de la cortina, una larga cabellera. Me llevo esa imagen.
ResponderEliminar¡Felicitaciones!
Saludos van para todos.
Sirenas, ninfas y cascadas. Un mundo fantástico tocado, sin embargo, por lo cotidiano. Relato fresco y que también provoca sonrisas.
ResponderEliminarUn abrazo para Ponfiel y para la maravillosa anfitriona Luisa.
Conozco los micros de nuestro amigo PONFIEL, y son todos geniales. Este está impregnado de una frescura y delicadeza, que me encanta!!.
ResponderEliminarGracias por compartirlo:)
Un abrazo azul desde mi "Barco de papel"
Amigo Ponfiel cómo me gusta "El Canto del agua" que nos dejas hoy en casa de Luisa, esa sirena de vida dura tiene un sentimiento increíble y todas, todas, tus palabras suenan a música, como la del agua en su melena.
ResponderEliminarBesicos y me alegra verte por aquí, Luisa tiene una casa muy grande, su generosidad es enorme.