Cuando se cambió la hora la primavera pasada, yo perdí aquella en que te enamorabas de mí. Después, en otoño, cuando se volvió a cambiar, yo sólo recuperé sesenta minutos más perdido sin ti.
(microrrelato leído por Ana Vidal en el programa radiofónico “Soles en el Ocaso”; en esta ocasión y como viene a ser habitual, la compañía fue excelente así como el modo en que ella puso voz a nuestros textos, algo muy importante)
Esa idea de pérdida hace de tu micro una ganancia. Todos tenemos esas sensaciones tan certeras de nuestra vida dormida.
ResponderEliminarSaludos
Luisa, mucha razón en esta minificción que golpea tras leerla e imaginarse ese dolor.
ResponderEliminar¡Enhorabuena por la lectura!
Abrazos.
Genial Luisa.
ResponderEliminarAbrazos.
Muy bueno Luisa.
ResponderEliminarhay una frase, creo que era de Andrés Aberasturi, que jugaba también con el cambio horario, con el hecho de que te quiten una hora en primavera para devolvértela en otoño, que me gusta mucho. Me la has recordado.
Felicidades.
Abrazos.
Lo importante es que tú no pierdas esa genialidad que te sale por tus poros. Buen micro Luisa. Un besote.
ResponderEliminarTerrible tiempo el de la ausencia...
ResponderEliminar