Medusa
inmortal
Sólo sintió su viscosidad cuando se
le quedó adherida al otro pie, la punzada de sus tentáculos le produjo un dolor
insoportable. Quedó inoculado con el gen de la
inmortalidad de su agresora. La gente enloquecida se lanzó a comer
medusas. El gobierno buscó la fórmula para suspender las pensiones.
La
vida de los libros
En cuanto cogía un libro para
cumplir con su tarea de ordenar la biblioteca, se le quedaba pegado a las manos
y descubría otros mundos más atractivos con los que llenaba la rutina de su vida. Cuando fue despedido, los protagonistas se
identificaron con él y abandonaron los libros.
Ser
o no ser (con perdón de Hamlet)
No era consciente de su figura
doblegada para poder soportar la carga. El día que logró ver la sombra de su
caparazón soplándole en la nuca, comprendió que no merecía la pena seguir con
ese lastre. Su cuerpo crujió al cambiar de postura para
empezar a ser.
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Como ya podéis sospechar por el
título la autora de los microrrelatos es Pilar (blog: Observando la vida);
como ya sabéis, las fotos son de Jose Luis, otro artista.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPilar, genial, me gusta cómo observas la vida en estos tres micros.
ResponderEliminarPor cierto, al gobierno mejor no darles pistas, me han dicho que hay ministros que se agarran a un sobre, digo... clavo ardiendo.
Un placer leerte, también en este casa.
Abrazos.
Rosy
Me gustó mucho "La vida de los libros".
ResponderEliminar¡Saludos!
Rossy, tan generosa como siempre, gracias por tu apoyo.
ResponderEliminarGracias Juan por tu opinión.
Luisa, mi felicitación por una propuesta tan interesante con la que nos estimulas a escribir.
Pilar, siempre tus miradas son un tributo a la imaginación, un gusto leerte. Saludos.
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