15 de enero de 2014

Dos fantasmas bastan

Laura Garrido




Faltaba poco para Navidad cuando llamaron a la puerta. La niña abrió y se encontró con un hombre que sólo había visto en fotos, por el que su madre había llorado demasiado. Y cerró.
-¿Quién era?
-Una equivocación.
“El fantasma de las Navidades pasadas”, añadió bajito aún con un cuento de Dickens en las manos.
Al día siguiente, más o menos a la misma hora, el timbre de la casa sonó y la pequeña volvió a abrir. A la persona que tenía delante la conocía de primera mano y sabía que tenía la mano muy larga. Sin dudarlo, le dio con la puerta en las narices.
-¿Quién era?
-¡Un vendedor, le he dicho que no queremos nada!
“El fantasma de las Navidades presentes, del que aún nos estamos curando”, musitó, acariciándose un morado del brazo.
Cuando volvió a salir el sol, la chiquilla decidió extender sus juguetes en el pasillo para ser la primera en abrir llegado el caso pero… no pasó nada. La cría pensó: “quizás el regalo es que no habrá más fantasmas, quizás las Navidades del futuro sean éstas, que estemos mamá y yo solas y que nadie nos haga daño”; “buen regalo”, añadió.

(microrrelato escrito para Esta noche te cuento, mes de diciembre, tema: “apareció por Navidad”)

5 comentarios:

  1. Luisa, un cuento muy original que se basa en el de Dickens y que esconde o muestra, a partes iguales quizás, un drama del que el niño es muy consciente.

    Muy bien hilado.

    Abrazos.

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  2. El mejor regalo, sin duda.

    Abrazos calentitos.

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  3. Recuerdo haberlo leído y pensar que me gustó, pero al releerlo con más calma, me ha gustado mucho más. Tiene mucha enjudia este relato.
    Besicos muchos.

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  4. Gracias por la visita, sois muy amables.
    No sé. La vida está llena de fantasmas, ¿no? A mi personalmente me gusta que la niña sea lista y valiente; al tiempo que... sigue jugando, que es lo que los niños deben de hacer.
    Besosososos

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