Laura Garrido |
Faltaba poco para Navidad cuando llamaron a la puerta.
La niña abrió y se encontró con un hombre que sólo había visto en fotos, por el
que su madre había llorado demasiado. Y cerró.
-¿Quién era?
-Una equivocación.
“El fantasma de las Navidades pasadas”, añadió bajito
aún con un cuento de Dickens en las manos.
Al día siguiente, más o menos a la misma hora, el
timbre de la casa sonó y la pequeña volvió a abrir. A la persona que tenía
delante la conocía de primera mano y sabía que tenía la mano muy larga. Sin
dudarlo, le dio con la puerta en las narices.
-¿Quién era?
-¡Un vendedor, le he dicho que no queremos nada!
“El fantasma de las Navidades presentes, del que aún
nos estamos curando”, musitó, acariciándose un morado del brazo.
Cuando volvió a salir el sol, la chiquilla decidió
extender sus juguetes en el pasillo para ser la primera en abrir llegado el
caso pero… no pasó nada. La cría pensó: “quizás el regalo es que no habrá más
fantasmas, quizás las Navidades del futuro sean éstas, que estemos mamá y yo
solas y que nadie nos haga daño”; “buen regalo”, añadió.
(microrrelato
escrito para Esta noche te cuento,
mes de diciembre, tema: “apareció por Navidad”)
Luisa, un cuento muy original que se basa en el de Dickens y que esconde o muestra, a partes iguales quizás, un drama del que el niño es muy consciente.
ResponderEliminarMuy bien hilado.
Abrazos.
El mejor regalo, sin duda.
ResponderEliminarAbrazos calentitos.
Precioso. Un beso
ResponderEliminarRecuerdo haberlo leído y pensar que me gustó, pero al releerlo con más calma, me ha gustado mucho más. Tiene mucha enjudia este relato.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Gracias por la visita, sois muy amables.
ResponderEliminarNo sé. La vida está llena de fantasmas, ¿no? A mi personalmente me gusta que la niña sea lista y valiente; al tiempo que... sigue jugando, que es lo que los niños deben de hacer.
Besosososos