“Tú y yo podremos pasear juntos bajo ese cielo estrellado”, eso le dije entonces y lo volvería a hacer ahora sin dudarlo –confesó el acusado–. Ambos sabíamos que no había esperanza ya, que el plazo para la vida que queríamos se estaba acabando y sólo podíamos pedir que los medicamentos nos ayudasen como lo hicieron. ¿Creen ustedes que soy culpable? Piensen y hagan lo que les parezca más correcto. Yo ya inicié mi viaje.
Y con una sonrisa, increíblemente feliz y plácida, aquel buen hombre se aovilló y pareció quedarse dormido en el estrado.
(microrrelato escrito para ReC)
Ya lo tenía todo dicho...Me ha gustado Luisa.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Me ha encantado. Hay actos terribles que son las más grandes pruebas de amor. Un beso.
ResponderEliminarMe ha gustado Luisa.
ResponderEliminarMe imagino la cara del Juez. La vida y la muerta, dos caras de la misma moneda.
Un abrazo
http://xavierblanco.blogspot.com
Se fue para pasear bajo las estrellas, le estaban esperando. Sólo se quedó un poco más por este mundo para dar una pequeña lección, así, de puntillas y casi sin ruido.
ResponderEliminarUn beso a los tres. Me gusta que os haya gustado. Me encanta.
Un relato muy bueno, Luisa, que da vida a una situación que, lamentablemente, se da más de lo que nos gustaría. Pero claro, ¿que hace uno por aquí si la mano que ha cogido durante años de pronto se nos marcha?
ResponderEliminarMe ha llegado hondo.
Un abrazo,
Una gran lección de amor verdadero, sí señor.
ResponderEliminarUn beso, Luisa.
Estoy de acuerdo, y admiro, a tu protagonista.
ResponderEliminarUn abrazo, Luisa
Un relato muy pegado a la actualidad y a los sentimientos. Otro buen intento en el dificilísimo ReC. Abrazos.
ResponderEliminarLuisa, eso se llama testamento vital. Cuando alguien está predestinado a morirse por su enfermedad en poco tiempo y nada se puede hacer por su vida, sólo que prorrogarla de aquella manera, es mejor en mi opinión dar el punto y final cuanto antes. Es una cuestión todo esto moral y muy personal.
ResponderEliminarMe gustó tu forma de abarcarlo.
Un abrazo.
Un micro cargado de emociones,, y una frase muy bien utilizada para contar una historia de amor y humanidad-
ResponderEliminarBesitos
Y Luisa se aovilló disfrutando de tan buenos e ilustres invitados. Empezó a ronronear incluso.
ResponderEliminarUff... si no lo he entendido mal, lo que hace el hombre es suicidarse después de "suicidar" a su amada... Bonito, pero chungo.
ResponderEliminarUn saludo.
El relato te hace navegar de la duda a la tristeza, de ésta a la ternura para volver, de nuevo, a la tristeza.
ResponderEliminarMe has conmovido, gracias
Dicen que el amor es eso. Pensar en el bienestar del otro. En este caso en acortarle un malestar que no tiene remedio. Bonito.
ResponderEliminarEstoy con la interpretación de Alberto.
ResponderEliminarEs un micro para leer despacio.
Me gustó mucho, Luisa.
Beso
Amor y sentimiento plasmados en cada frase y las emociones a flor de piel.
ResponderEliminarMuy bueno.