Sonó el despertador y ella se levantó rodeada
A él lo despertó la luz del día y aún dormido
de oscuridad sintiendo que un día más la vida
fue hacia la ducha. El trabajo empezaba a rondar
le caía encima.
por su cabeza.
A la misma hora de todos los días, se acercó a la
Como siempre a la misma hora, hizo un alto
cafetería, para hablar un rato o echar unas risas.
para ir al bar, hojear el Marca y tomar un café.
A veces
levantaba la vista y lo veía a él.
Él la espiaba
alguna vez, a hurtadillas.
Los compañeros hacían
como que no entendían.
Los compañeros hacían
como que no entendían.
A la tarde, cuando
para muchos la vida empieza,
A la tarde, cuando
para muchos la vida empieza,
ella se refugiaba en
casa, en las pequeñas tareas.
él se cansaba en el
gimnasio o se iba de juerga.
Un mismo espacio, dos
mundos, dos vidas.
Un mismo espacio, dos
mundos, dos vidas.
Cuando ella
oía la llave en la puerta se ocultaba
Cuando él
llegaba a casa, se trababa a posta
en el baño o
se hacía la dormida.
con la
cerradura, se entretenía.
Esquivándose
día tras día, habían elegido no
Esquivándose
día tras día, habían elegido no
hablarse, ser
dos personas paralelas.
hablarse, ser
dos personas paralelas.
Ella se iba a
dormir muy pronto, se arropaba en
Él veía
durante un tiempo la tele antes de ocupar
el lado
derecho de la cama y cerraba los ojos,
su lado de la
cama, intentaba no pensar en nada
esperando al
sueño.
hasta que el
sueño venía.
Y llegaba
otro día como ayer, casi de puntillas.
Y
llegaba otro día como ayer, casi de puntillas.
Esos extraños con los que compartimos trayectos paralelos...Demoledor. Un abrazo.
ResponderEliminarAh Luisa, magnífico! En forma y contenido. Vidas paralelas, vidas extrañas, vidas... Saludos muy pero muy admirados!
ResponderEliminarLuisa, estas vidas paralelas, en contenido y forma, me han encantado y entristecido. Ingenioso método para acentuar la historia de una pareja sin encuetros.
ResponderEliminarUn beso.
La historia de una pareja sin encuentros (eso de no releer los comentarios antes de lanzarlos a publicar es lo que tiene)...
EliminarSintiendo lo mismo.
ResponderEliminarParalelos y extraños
Más allá de la magnífica apuesta estructural que haces, Luisa y que obliga al lector a un ejercicio de lectura mucho más atento y participativo, a mí me llega al corazón la atmósfera brumosa de este micro.
ResponderEliminarRetratas espléndidamente cómo el desamor fagocita una convivencia que no justifica su mantenimiento, algo mucho más común de lo que podemos llegar a imaginar.
¡Soberbio!
Un abrazo,
Tristemente bello, Luisa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buen experimento.
ResponderEliminarMenudo esfuerzo.
Pero ese esfuerzo hace que uno se meta hasta dentro del relato.
Besos, Luisa.
Buen experimento que implica aún más al lector, es fácil ver esas dos vidas de desencuentros.
ResponderEliminarBesitos
Estupendo resultado y admirable ejercicio.
ResponderEliminarNo había leído el título y leyéndolo lo he adivinado. Vidas paralelas, ¿no se encuentran nunca? Un excelente micro, Luisa, consigue literaria y con su estructura comunicarnos perfectamente su contenido.
ResponderEliminarMe gusta esa forma tan original de entrelazar la forma y el fondo. Paralelismo al cuadrado. He disfrutado mucho leyéndolo.
ResponderEliminarUn saludo