Había plantado árboles en el jardín que rodeaba la gran mole de edificios donde vivía. Ella junto con todos los niños y sus padres habían solicitado árboles a la Junta Municipal. Los arboles crecieron a la par que ellos. Un día, como un juego escribieron sobre un azulejo sus nombres y lo enterraron junto a las raíces. Cada uno sabía cuál era el suyo. Los cuidaban, regaban y mimaban jugando a su alrededor sin dañarlos. Embelesados seguían el desarrollo de aquellos seres vivos del mundo vegetal, como si se tratara de algo extraordinario. Estaban orgullosos de su proeza contemplando el milagro del entorno. Esto ocurrió hace ya bastantes años.
Cuando hoy Marina, se dirigió al mostrador de la oficina de Correos para enviar un libro a una amiga, pidió un sobre verde. “Con la compra de estos sobres estás salvando árboles” Lee en la solapa. Son caros los sobres, pero no se lo pensó dos veces. Mientras esperaba su turno observando el indicador de letras rojas fosforescentes con sonido metálico que rompe el silencio del patio de operaciones de la oficina, recordó aquellos árboles que se quedaron en el jardín de la casa de su infancia. Algún día volverá a ver cómo han crecido –se dijo- para sí. Porque su apego por la tierra y el medio ambiente, no se quedó solo en aquel acontecimiento que pudo parecer un juego de niños.
Microrrelato escrito por Cabopá
Ilustración hecha por Juanlu/Luiyi
Es que si aprendes a concienciarte de niño, ya lo llevas contigo para siempre, Murcianica. Lo malo es si te conciencias pero de otras cosas menos positivas...
ResponderEliminarUna Juanlustración preciosa, como siempre son.
Tres abrazos, Luisa.
Tras algunos lunes en blanco y negro, hoy disfrutamos el color de las palabras y de la imagen.
ResponderEliminarGracias.
Un placer estar una vez más aquí junto a este par de dos :)
ResponderEliminarBesos y abrazos a espuertas!!!
Bonita labor que haceis Juan Luís y tú, enhorabuena y también a Cabopá porque el micro es muy bonito. Felicidades a los tres.
ResponderEliminarBesicos muchos.
¡Buenas tardes!
ResponderEliminarPor fin llego, siempre es un placer estar aquí en tu casa, amiga Luisa. No me canso de decirlo.
Gracias a todos por acercaros a leer y comentar. Ojalá los hijos que criamos aprendan y enseñen a sus hijos a fomentar y cuidar el medio ambiente. ¡Es tan necesario!
Jualu, siempre das con la idea. Qué sepas que me encanta esta ilustración
Besicos muchos besicos a todos.
La emoción me ha hecho olvidar decir que ahora mismo os enlazo en mi ventana, ¡Anda Luisa asómate! Te va a gustar por algo que hay allí.
ResponderEliminarMás besicos
Estupendo dibujo, Juanlu, de esa niña unida al árbol por el corazón, por su amor a las plantas, como nos cuenta Cabopá.
ResponderEliminar¡Ay, los días ecologistas de Luisa... cómo me gustan!
Besos a los tres.
Amparo
Sobres verdes, letras verdes, niña verde. Besos a los artistas ecologistas!!!
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