No sea cagaprisas,
por favor, y lea el folleto que tiene en sus manos.
El aparato que ha adquirido no es un testel,
menos aún para alguien con una miaja
de inteligencia; y si no tiene cuidado y no sigue las instrucciones, se
arriesga a descuajeringarlo,
a escogorciarlo
incluso; de modo que lea, por favor, lea. Ni usted ni yo queremos arriesgarnos
a que se haga un carajal
con los diferentes usos y utilidades que tienen sus piezas.
El chisme
que tiene en sus manos no funciona por arte de birlibirloque,
hay que hacer que carrule,
hay que tratarle
abonico y ahora, con los tiempos que corren, hay que hacer que condure.
Nada más y nada menos.
Le digo, eso sí, antes de nada, que si
deja de petar
por su culpa, porque no ha querido leer estas letras, no valdrá para nada que
se emperejile
en que yo le haga una ñapa
de cualquier manera. No. Le adelanto que en ese caso la compañía que
represento, y yo mismo, le mandaremos sin dilación a la mierda.
¡Excelente! No cabe duda que todos los días se aprende algo nuevo, en este caso, palabras.
ResponderEliminarUn abrazo Luisa