Los micros de Ponfiel (blog:
Cirujano de letras)
me llegan por oleadas y son además inéditos. Hasta que llegan aquí, claro.
Caracol
Simulé
ser un caracol, cada vez que salía de tu casa y a escondidas bajaba los
peldaños escondiendo en cada paso lo que habíamos hecho minutos atrás. Éramos
niños, proclives a desenlaces fortuitos, nunca hubo nada premeditado. Solo
cuando llovía sacaba de nuevos los cuernos, y me arrastraba con mi casita de
caracol, hasta volver a las andadas. Jugábamos a escondernos, a tirar por el
desagüe lo que no queríamos. Éramos inseparables. Lentos en nuestros actos.
Nunca supo nadie porque desaparecían los niños del bloque. Mi madre siempre
sufrió los embozos.
Resplandor
Y
la luz al final del túnel me enseñaba el camino. Pero había que subir
demasiadas escaleras. Con lo bien que se está con la calorcita. El cielo puede
esperar.
Análisis cromático
Encargué
a un pintor un cuadro hace unos años. De él
me atrajo su parsimonia a la hora de plasmar en cada trazo matices de mi
personalidad. Se sentaba frente a su cliente y absorbía cada rasgo de carácter,
haciéndote preguntas sobre tus preferencias. Era un lobo al acecho, con ganas
de desentrañar lo más profundo de cada
uno, de sacar esa parte escondida, donde habitan las cosas que no queremos
enseñar. A mí me dijo que tenía cosas interesantes, que me iba a quedar pasmado
al ver el cuadro, guiado por mi forma y personalidad. Nunca entendí el porqué
pintó una escalera de caracol y lo tituló solo en casa.
Luisa, los dos primeros me han gustado más, felicidades a ambos.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Gracias Luisa por este espacio.
ResponderEliminarUn abrazo.