Cuando vi el cementerio pensé que tener un huerto
sería una buena idea. Sin embargo, pasado el tiempo, he de admitir que no tengo
la buena mano que me gustaría, por algún motivo que desconozco los nutritivos
vivos no crecen de esos esquejes de muertos que hundo en la tierra.
Habrá que seguir probando, jeje
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
Menos mal que no se te logra, cualquiera prueba algo de esa cosecha...
ResponderEliminarUn abrazo de feliz semana.
No acaban de agarrar, no, a lo mejor los vivos no se reproducen por esquejes. No sé, estoy despistada.
ResponderEliminarPosiblemente no se vea, pero en el universo todo se está comiendo entre sí todo el tiempo.
ResponderEliminarSomos meramente un reciclaje. Nada desaparece ,solo se transforma, la tierra,el gusano y el microbio son insaciables. Por falta de apreciación no alcanzamos a vernos siempre vibrando en el esquema gigantesco. Apenas si lo podemos intuír.
Luisa, muy original este microrrelato de dobles sentidos, que viene a indicar que no todo es casualidad, que la vida crece donde hay vida.
ResponderEliminar¡Me gustó!
Abrazos.