Estaba harto de pedir aros de cebolla y, también,
profundamente enamorado de ella. Un día lo encontré, tenía el tamaño exacto y
no pude esperar a que se enfriase.
A día de hoy la quemadura en el dedo anular ya casi
está curada y yo sigo luciendo una sonrisa.
El título dice más de lo que debiera.
ResponderEliminarPero me gusta, me gusta.
Un beso.
Buena apreciación. Gracias!!!
ResponderEliminarIngenioso, explosivo, metafórico. Me gusta.
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